El músico y compositor José Saluzzi suma a su recorrido de tres décadas como parte central del conjunto de su padre el primer proyecto propio en un trío que lo une al contrabajista Juan Fracchi y al baterista danés Ulrik Bisgaard y que acaba de lanzar Lugar, un material donde afirma que “la identidad es inherente a cada uno pero en la música no hay fronteras”.
Durante una entrevista con Télam, Saluzzi explicó que la propuesta del terceto donde ejecuta la guitarra “es una música con muchas influencias argentinas, rioplatenses y de la cultura europea”.
Y en esa razonamiento sobre motivaciones y búsquedas, el artista de 45 años apuntó: “Más allá de las geografías y las regiones, no hay fronteras; la identidad es algo inherente a uno, que está presente incluso en la forma en que uno habla”.
Puede arriesgarse que el músico arriba a estas posiciones como fruto del camino recorrido: no solamente es hijo de un creador de la talla del bandoneonista y autor salteño Dino Saluzzi sino que toca en el conjunto de su padre desde 1991, cuando apenas tenía 16 años.
Claro que entonces lo hizo como baterista y percusionista para el registro de Mojotoro pero en 1993 decidió dedicarse a la guitarra y desde ese instrumento grabó con su padre el elogiado Cité de la Musique (1996).
Radicado en Europa entre 2011 y 2013, José no abandonó el conjunto paterno y en 2014 coprodujo el álbum El valle de la infancia, último registro discográfico de la familia Saluzzi hasta el momento.
En ese tránsito y hacia 2016 conformó el terceto que lo reúne con Fracchi, contrabajista que habita tanto el jazz como el tango, y con Bisgaar, baterista de jazz nórdico y también miembro de la agrupación TangoJazz que en 2014 lanzó la placa Milonga triste.
El trío que se presentó en la edición 2018 del Festival Internacional de Jazz de Buenos Aires y también en el Copenhagen Jazz Festival y el Aarhus Jazz Festival de Dinamarca, acaba de dar forma al disco Lugar, material que mixtura elementos del folclore argentino y el jazz nórdico. “Fundamentalmente y un poco en analogía con el laburo que hago con mi viejo desde hace décadas, todo está enfocado y referido a la composición original. Cuando uno analiza el resultado final de lo que hace hay cosas de todos esos mundos sonoros y cosas que va redescubriendo de uno mismo, de lo que da forma a la música que uno hace. Hay búsquedas de algo donde el resultado es la búsqueda misma. Con Juan vengo tocando hace muchos años y siempre tuvimos un horizonte similar y ciertos gustos en común, mientras que Ulrik nos abre el panorama a nosotros y a la vez hay cosas de su entorno que las descubre de otro modo con nosotros”, apuntó Saluzzi quien a la hora de describir el género que aborda el trío apuntó al jazz. “Es música relacionada al jazz pero hay otros agentes que se involucran y actúan como los del folclore argentino y otros que son propios de la región nórdica”.
“La música nórdica tiene elementos como los espacios y los temas que se extienden de un modo más intuitivo y abierto que da pie a la improvisación en tiempo real. Pero por otro lado la música que toqué siempre con mi papá tenía y tiene elementos que hace que uno no esté atado a la forma. De hecho, la cuadratura es un elemento y la no cuadratura también es un recurso”, explicó el músico.
Respecto de las diferencias entre este nuevo proyecto y su historia musical junto a su padre, Saluzzi analizó: “Son otros procesos y tal vez en este trío nos damos más riendas sueltas a tocar y a no pensar tanto. Muy al revés de lo que estoy acostumbrado con mi viejo en un trabajo más de música de cámara con otros procesos, más de tiempo, de trabajo, de ensayar, de buscar el sonido”.
De cara al futuro y a la espera del fin de la cuarentena obligatoria para contener el contagio del coronavirus, Saluzzi destacó: “Con el trío tenemos la intención de hacer una gira por Argentina durante agosto y con Dino hay un proyecto de tocar con varias orquestas sinfónicas de distintos lugares del país a partir de su repertorio para orquesta. Por otro lado estoy grabando un disco mío solo de guitarra que en principio nace con la idea de empezar a registrar obra mía para el instrumento y tal vez algo de mi padre también”.