Algunas noticias quedan prófugas de la memoria, mientras otras persisten en el tiempo.
Existen situaciones de la vida en las que el sujeto suele regocijarse minuto a minuto. No hace falta ir muy lejos en el tiempo para ejemplificar dicho escenario. Se trata de aquellos hechos a los cuales nos enfrentamos día a día y que, por su transcendencia e intensidad, algunos pasan a ser noticias, que logran acaparar las pantallas hora tras hora, minuto a minuto y sin respiro. Noticias que son motivo de charla de cualquier reunión familiar o con amigos.
En las últimas dos semanas los argentinos estuvimos atrapados por la información de los tres prófugos. ¿Quién no dio hipótesis? ¿Quién no opinó? ¿Quién no hizo uso de chistes y cargadas?
Existen temas que conmocionan. Pero no muy tarde, estas noticias muchas veces pasan a ser parte del olvido. ¿Por qué luego nos olvidamos? ¿Por qué aquello que ocupó tanto nuestra atención, tiempo más tarde ya casi ni lo recordamos?
Hay noticias, hechos que permiten el humor, y otros en los cuales es imposible la utilización de dicho recurso. En general son aquellas noticias teñidas de la política las que permiten la mirada humorística, y lo cual de alguna manera las desdramatiza y nos permite reírnos de nosotros mismos, y digo “nosotros mismos” porque formamos parte de ellas como sociedad.
Noticias con chiste
Sigmund Freud considera que el ser humano recurre al humor para evitar la exteriorización de aquellos afectos y sentimientos que hubiese ocasionado la situación.
Lo considera como una herramienta de los seres humanos, la cual les permite sustraerse del padecimiento. Además de tener algo de liberador como el chiste, tiene también algo de patético y grandioso. Agrega: “En el caso de lo cómico depara goce la comunicación a otra persona; pero no es imperiosa, uno puede gozar en soledad de lo cómico, dondequiera que lo encuentre”.
El humor, el chiste, lo cómico es un recurso que nos permite no sólo la risa, sino también evadir el juicio crítico con lo acontecido. Recurso que también es utilizado por los seres humanos en su vida diaria. Reírse de sus propias miserias, fracasos y defectos.
Cada vez es más común, debido a la utilización de las redes sociales, chistes de situaciones actuales, sean políticas, de fútbol, de figuras del espectáculo, y demás. Al mismo tiempo existen hechos para los cuales sería inimaginable utilizarlos como recursos humorísticos.
Sucede además que los chistes que emergen de situaciones actuales con el tiempo pierden vigencia, y ya no causan el mismo efecto de risa cuando dejan de ser noticia. El fútbol y la política son el mejor ejemplo de la pérdida de gracia de los chistes.
Dice Freud con respecto al factor de la actualidad como recurso técnico en el chiste: “Estos últimos chistes contuvieron alusiones a personas y episodios actuales en su tiempo, que despertaban el interés general y conservaban su tensión. Extinguido ese interés, liquidado el asunto en cuestión, también esos chistes perdieron una parte (y una parte muy considerable) de su efecto placentero”.
Entonces muchos chistes tienen un lapso de vida, que se caracteriza por un florecimiento, seguido de una etapa de decadencia. Podríamos pensar que lo actual pierde vigencia, y aquello que no pierde vigencia pasa a formar parte de la historia. Las noticias, al igual que el chiste, también pierden vigencia, lo cual culmina en un completo olvido.
Lo que perdura en el tiempo
Pero no todo sólo es actualidad. Se da el caso de situaciones, realidades y noticias que traspasan los límites de lo acontecido, y pasan a tomar el lugar de un intercambio popular mediante el uso del lenguaje. Recurriendo el ser humano en ocasiones, y para cuando él lo amerite, a su uso. Se trata de aquellos hechos en los que el lenguaje condensa más de un significado. El ciudadano hace uso de dicha representación del lenguaje y la toma en su cotidianidad.
Un vistazo a la memoria
“La casa está en orden”. Raúl Alfonsín.
“Síganme, no los voy a defraudar”. Carlos Menem.
“Atravesaremos la estratósfera y en dos horas estaremos en Japón”. Carlos Menem.
“El que depositó dólares, recibirá dólares”. Eduardo Duhalde.
“Mi voto no es positivo”. Julio Cobos.
“Gracias totales”. Soda Stereo.
“¿Y Candela?”. Policías en Acción.
Entonces hay sucesos que pueden ser resumidos tan sólo en una frase, debido al peso de la misma, y que trascurrido el tiempo dicha producción del lenguaje no pierde vigencia, y además es utilizada para uso propio y en situaciones cotidianas. ¿Quién no ha hecho uso alguna vez de un “Gracias totales”, un “La casa está en orden”, o reírse si el nombre obliga a preguntar: “¿Y Candela?”?
Si la noticia de los tres prófugos dejará alguna frase o representación del lenguaje, que la identifique más allá del tiempo transcurrido, no lo sabemos aún.
Actualmente es posible pensar que la palabra prófugo ha tomado sí una mayor connotación, que durante un tiempo el uso de la misma hará referencia al hecho ocurrido en estos días en el país.
Quizás quedará Cayastá como lugar que condensa una historia, que subsistirá en la memoria de sus habitantes por mucho tiempo. Si para el resto de los habitantes de este país dicha historia permanecerá en la memoria aún es una incógnita.
“El presente está solo. La memoria erige el tiempo. Sucesión y engaño es la rutina del reloj. El año no es menos vano que la vana historia”. Jorge Luis Borges, poema “El instante”.