La diputada provincial Matilde Bruera preside la comisión de seguimiento de la causa por la muerte de Carlos Orellano. El joven de 23 años había ido a bailar al boliche Ming River House, en la Estación Fluvial, y allí estaba en la madrugada del pasado 24 de febrero. Pero hubo un altercado con personal de seguridad del local, y Bocacha, como le decían sus amigos, desapareció. Su cuerpo apareció flotando en el río Paraná dos días después. “No es una causa cualquiera. Estamos hablando de violencia institucional, con policías implicados”, advirtió la legisladora, quien también es reconocida abogada penalista. Y ese marco resaltó la relevancia de los proyectos legislativos impulsados por el ministro de Seguridad de Santa Fe: “Las leyes de Marcelo Saín son fundamentales. Estamos hablando no solo de la reforma policial, sino también de su estructura de control. Pretende terminar con Asuntos Internos, una herramienta de control donde la Policía controla a la Policía, en el mejor de los casos”, describió Bruera.
La familia de Carlos Orellano pudo asistir a la reconstrucción parcial de los momentos previos a su muerte. Todo ocurrió, presumiblemente, entre las 4.30 y las 5.30 de aquel lunes 24, cuando 2020 todavía era un año “normalW y transcurrían los feriados de Carnaval.
“Hasta el momento no existe un dictamen científico que certifique la causa del deceso del joven y los investigadores esperan el resultado de exámenes complementarios a la autopsia”, explicó Bruera. Pero aclaró que, sin embargo, hay “avances y medidas concretas” que se están dando en torno a la causa.
En el caso, recordó la legisladora del bloque Justicialista-PJ, hay cuatro policías acusados. Uno de ellos está detenido, vinculado directamente al hecho. Otro es su pareja, también agente y quien tambíén hacía adicionales en MIng la madrugada que todo ocurrió. Otros dos, en tanto, están imputados como coautores de delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público y falsedad ideológica de instrumento público agravada.
Se trata de una investigación compleja, que tiene resonancia en muchos aspectos. Bruera señaló uno clave: sostuvo que este caso es la puerta para comenzar a debatir la reforma estructural de la Policía y sobre todo de sus áreas de control. Esa reforma es parte del paquete de leyes que envió el gobierno de Omar Perotti para su tratamiento en la Legislatura.
La diputada provincial pidió por el tratamiento del proyecto de ley que crea un órgano externo e independiente para controlar a la Policía. “Hasta aquí, Asuntos Internos sólo sirve para encubrir a los efectivos. Necesitamos una reforma estructural para que casos como los de Orellano no vuelvan a ocurrir”, explicó.
Establecer un control externo y autónomo de la Policía “es el objetivo”, definió Bruera. Y agregó: “Las nuevas leyes de Saín buscan, además, un control preventivo. También un tribunal de disciplina que reemplace a Asuntos Internos”.
“Las nuevas leyes de seguridad terminan con la impunidad de la Policía en Santa Fe”, concluyó la legisladora peronista.