Las pericias psiquiátricas y psicológicas clave para determinar cuál era el estado de salud mental del imputado Fernando Farré, cuando el 21 de agosto pasado asesinó a puñaladas a su mujer Claudia Schaefer en el country Martindale de Pilar, recién se realizarán entre fines de octubre y principios de noviembre próximos, informaron hoy fuentes judiciales.
Los peritajes se llevarán a cabo en la Asesoría Pericial de San Isidro y se iniciarán dos meses y cinco días después del asesinato, ya que el examen empieza con las evaluaciones psiquiátricas los días 26 y 27 de octubre y 3 y 9 de noviembre, mientras que las psicológicas serán el 9, 11 y 12 de noviembre.
“Nos sorprendió la demora de estos estudios pero por lo que sabemos es la agenda que maneja la Asesoría Pericial, que tiene mucho trabajo y no tiene posibilidad de hacer las pericias antes”, dijo a Télam el abogado Jorge Sandro, quien representa como particulares damnificados a los padres de Schaefer.
Las fechas de peritajes también ya fueron notificadas a la defensa de Farré, encabezada por los abogados Adrián Tenca y María Inés Bergamini Urquiza, quienes ya tienen designado como perito de parte al psiquiatra y médico legista Enrique De Rosa, quien es ex compañero de los profesionales que realizarán los peritajes, ya que hasta hace poco trabajó en la Asesoría Pericial de San Isidro.
La jefa de la mencionada asesoría pericial, ubicada en la calle Moreno 623 de San Isidro, la licenciada Silvina Virginia Alberino, será la encargada de hacer el examen psicológico de Farré, mientras que los peritajes psiquiátricos estarán a cargo de las psiquiatras Ana María Harlap y Liliana Graciela Varela.
La salud mental de Farré, quien desde el viernes último está con prisión preventiva acusado de homicidio doblemente calificado por el vínculo y por ser cometido en el contexto de violencia de género, es clave en la causa, ya que su defensa anticipó en varias oportunidades que intentará demostrar que su cliente es inimputable.
Tenca dijo públicamente que trabajará con De Rosa en tres planos: la inimputabilidad, es decir, que Farré supuestamente no comprendió la criminalidad de sus actos o no pudo dirigir sus acciones; el estado de emoción violenta, que en vez de prisión perpetua tiene una pena atenuada de 10 a 25 años en un caso del homicidio agravado como éste; y las circunstancias extraordinarias de atenuación.
En cambio, según fuentes judiciales, para la fiscal Carolina Carballido Catalayud, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Especializada en Violencia de Género de Pilar, Farré tenía planeado asesinar a Schaefer ese día y por ello incluso se preparó y tomó los dos cuchillos de cocina con los que cometió el ataque, antes de que su esposa llegara al country.
Al dictar el viernes la prisión preventiva para Farré y rechazar la posibilidad de una prisión domiciliaria con tobillera electrónica -como había pedido la defensa-, el juez de Garantías 6 de Pilar, Nicolás Ceballos, calificó el hecho como un “cruel ataque” que “escapa a la comprensión del hombre común”.
Schaefer (44) fue asesinada el 21 de agosto por la mañana por su marido Farré (52) en el country Martindale, de Pilar, cuando fue a retirar con dos valijas sus pertenencias de la casa que alquilaba el matrimonio, en el marco de un divorcio conflictivo y luego de que ella lo denunciara por violencia doméstica ante la Oficina de la Corte Suprema.
Cuando la mujer fue al dormitorio a recolectar su ropa, Farré cerró la puerta del vestidor con llave y allí la atacó con dos cuchillos que había tomado de la cocina.
Ni la madre de Farré, ni la abogada que acompañaba al ahora imputado, ni el abogado que había ido junto a la víctima, pudieron intervenir para impedir el asesinato.
Farré salió del vestidor, se sentó en un sillón y esperó allí la llegada de la Policía que lo detuvo por el femicidio.
La autopsia reveló que Schaefer murió degollada y que el ataque fue con tal saña que su cuerpo presentaba un total de 74 lesiones, la mayoría punzocortantes y algunas incluso provocadas post mortem.
Comentarios