El ministro de Gestión Pública de Santa Fe, Rubén Michlig, y la secretaria de Deportes provincial, Claudia Giaccone, confirmaron que a partir de este miércoles 15 de junio podrán abrir los natatorios de todas las localidades, a excepción de aquellas que hayan revertido actividades por nuevos brotes de covid-19. Las actividades deportivas acuáticas deberán estar sujetas a un estricto protocolo sanitario, como las instalaciones.
Se trata de un paso más en la dirección de la habilitación de gimnasios y actividades deportivas al aire libre en la provincia en un escenario de ausencia de circulación comunitaria del sars-cov-2 pero con reiterada aparición de brotes «por conglomerado» en la provincia.
A partir del proximo miércoles 15 serán habilitados los natatorios en la provincia de Santa Fe a excepción de aquellas localidades que tengan restricciones en las actividades deportivas.
— Ruben Michlig (@MichligRuben) July 13, 2020
Los clubes y escuelas de natación habían presentado el protocolo de funcionamiento, que finalmente fue aprobado por la provincia. Desde este miércoles, se abrirá un período de prueba de 15 días para evaluar cómo se desempeñan las actividades bajo la nueva modalidad. Si todo va bien, el 30 de julio se otorgará la habilitación definitiva para el sector, sujeta a las restricciones acordadas.
Entre las medidas obligatorias, figuran la limpieza completa del natatorio una vez por semana, que en rigor muchas instituciones ya practicaban para tareas de mantenimiento. En este contexto de pandemia, ese día, en el que no estarán habilitadas las instalaciones, se reforzará una desinfección profunda y ventilación de todas las áreas, en particular los vestuarios.
El protocolo incluye el mantenimiento obligatorio de la distancia social, tanto fuera como dentro del agua (uno o dos personas por andarivel de acuerdo a las dimensiones de la pileta) y la disposición de mamparas divisorias en los vestuarios, que tendrán las duchas sin habilitar y deberán contar con percheros y asientos individuales. La buena ventilación de esas áreas es un punto crítico a respetar.
Las clases de natación tendrán un máximo de 40 minutos de duración, y la asistencia a las mismas se deberá reservar con turnos. No podrán compartirse elementos como patas de rana, manoplas o antiparras. El profesor deberá permanecer fuera del agua, con barbijo y guantes.
La habilitación de los natatorios llegó al cabo de una serie de idas y vueltas entre los referentes de la actividad, no ausente de controversias: la queja por el permiso para reanudar otras actividades deportivas o los gimnasios y le retraso para las piletas.
«Logramos más de cuatro mil firmas, las imprimimos. Elaboramos un texto con la representación de nadadores santafesinos como símbolo. Entró en Gobierno y se le dio curso. Dirigentes de la Cámara de Gimnasios hablaron con la parte de Salud, ahí se pudieron definir más parámetros. Fue una suma de voluntades que tiene que ver con el resultado de la salud. Nadar es salud», recordó el profesor de Educación Física y referente del sector de los deportes acuáticos Ricardo Doldán.
