Las políticas económicas del gobierno de Mauricio Macri llevaron a las pequeñas y medianas empresas a una situación de extrema emergencia. Según un informe difundido anteayer por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), la producción de las pymes industriales bajó un 0,5 por ciento en junio respecto al mismo mes del año anterior y acumuló así 21 meses consecutivos con tendencia negativa.
En diálogo con El Ciudadano, el secretario de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme) nacional y referente rosarino de las pequeñas y medianas empresas, Juan José Sisca, expresó que la situación es consecuencia de “un modelo económico que genera un cóctel explosivo para el sector” y señaló que el contexto nacional afecta a Rosario y Santa Fe, con el agravante de que la provincia “tiene una de las tarifas eléctricas más caras del país”.
“La apertura de importaciones, la devaluación, el aumento de las tasas de interés, la caída del mercado interno y el aumento de las tarifas están destruyendo al sector. Para colmo, Santa Fe tiene una de las tarifas eléctricas más caras del país”, señaló Sisca.
Además, hizo hincapié en las importaciones, que no sólo afectan a la industria, sino también al sector primario. “Tuvieron que cerrar establecimientos porcinos por el ingreso de cortes de Brasil y Dinamarca”, ejemplificó el industrial.
Según el Indec, unas 5.100 pymes cerraron en 2016 y la tendencia no se revirtió. Según el gobierno nacional, en 2017 se produjo una reactivación pero Sisca consideró que no es así: “El gobierno miente constantemente porque en sus números incluyen variables que no tienen ninguna incidencia en las pymes. Lo cierto es que están destruyendo la industria nacional y vamos hacia una zona muy peligrosa”.
Según el secretario de Apyme nacional, los rubros más afectados por la apertura de la importación son la línea blanca, los textiles, el calzado y la industria del mueble.
Capital y trabajo
Además de las importaciones y los tarifazos, la caída del mercado interno se suma como factor que agrava la situación de las pymes. Es que son los trabajadores los que con su salario mueven el consumo y al verse deteriorado el mismo, ya no compran como antes.
“Necesitamos que los trabajadores recuperen el poder adquisitivo, pero se hace muy difícil aumentar el salario en estas condiciones macroeconómicas”, señaló el representante de las pequeñas y medianas industrias.
Sisca manifestó que las pymes están haciendo un gran esfuerzo para no despedir trabajadores. “Las pymes tenemos compromiso social; hay una proximidad entre los trabajadores y los empresarios”, graficó, recordando que este sector genera el 80% del empleo en la Argentina.
“Lo que tendría que haber es una buena segmentación y el apoyo del Estado para que a los trabajadores se les aumente el salario como corresponde y no pierdan ninguna de las conquistas que lograron. Pero por lo visto, el gobierno no tiene esa voluntad”, consideró.
Por último, cerró: “Con todas las dificultades que tenemos, afrontamos esto con nuestra propia espalda y nuestro propio capital”.