Hace ya casi 20 años, El Ciudadano le contaba a sus lectores la historia de una joven que comenzaba a hacer historia en el básquet universitario de los Estados Unidos, coleccionando títulos con las Huskies de Connecticut. Esa chica tenía una historia particular que desde su Chino natal en California la unía con la lejana ciudad de Rosario. Esa deportista se llamaba, se llama, Diana Taurasi, y tiene sangre italiana por parte de Mario y rosarina por parte de Liliana. Creció junto a su hermana Jésica (ella sí nacida aquí) con costumbres bien argentinas, desde la comida hasta el amor por Rosario Central. Diana se transformó en la mejor jugadora de básquet del mundo y en estos años no sólo coleccionó títulos sino que también construyó una imagen de ejemplo de la lucha de las mujeres y de las deportistas.
Taurasi ya jugó en Argentina hace muchos años con Estados Unidos con una selección juvenil estadounidense y ahora que el Dream Team debe comenzar la búsqueda de la clasificación a Tokio en Bahía Blanca ante Argentina, Brasil y Colombia no se lo quiso perder y desde este jueves estará en el rectángulo del Dow Center. A las 18.30 le tocará enfrentar a Brasil y luego jugarán Argentina ante Colombia.
Dee nació a poco de que su familia se mudara a Estados Unidos (aunque luego volvió a vivir en argentina durante un año e incluso jugó en Talleres VGG) y luego de practicar fútbol y básquet comenzó una carrera con la anaranjada que la hizo triunfar en todo nivel. Tras ser la mejor jugadora colegial del país, en su etapa universitaria UConn no sólo se quedó con cada uno de los torneos sino que también fue la jugadora del año y la principal atracción del draft de la WNBA que la llevó a Phoenix Mercury con el 1 para ser rookie del año y luego quedarse con los títulos en 2007, 2009 y 2014 y ser goleadora histórica de la Liga, MVP de finales, múltiple All Star y un sinfín de menciones.
Sus números impactan tanto que hasta pueden aburrir, porque se agregan 4 oros olímpicos, 3 títulos mundiales y 6 Euroligas, ya que los recesos es la ficha más buscada en el Viejo Continente, sobre todo en los poderosos elencos rusos.
Pero la trascendencia de Diana Taurasi no se queda sólo en su formidable tarea en la cancha, ya que suele ser noticia por su trabajo en pos de las mejoras de las condiciones laborales de las mujeres y los derechos de las deportistas. Hace muy poco tiempo eligió homenajear a Eva Perón en sus zapatillas en la temporada de la WNBA en todo un guiño a su amor por Argentina y las causas del pueblo y de las mujeres.
También encabezó una movida en Europa cuando la Federación Internacional obligaba a los elencos femeninos a lucir ropa ajustada y corta. Diana pagó multas y jugó con ropa holgada para hacer escuchar su opinión hasta que ganó la pulseada. No era un capricho ni cuestión de look, sólo era para jugar cómoda y ser respetada.
Diana tiene también una hermosa historia familiar, ya que se enamoró de su rival de la selección de Australia y luego compañera en la WNBA Penny Taylor, con quien se casó en 2017 y tienen un hijo, Leo Michael.
Con familia en Rosario, su regreso a Argentina será todo un placer para la jugadora de 37 años. Y para aquellos que desconocían su historia, la chance de ver a una basquetbolista con raíces rosarinas que marcó una era en Estados Unidos.
