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Las referenciales Chavela Vargas y Frida Kahlo se reencuentran en una epifanía

“Las Flores”, obra teatral con dramaturgia y dirección de Bruna Pradolini, y las actuaciones de Ana Tallei y María Florencia Sanfilippo, se presenta este domingo y el próximo en la sala La Manzana, de San Juan al 1900


A partir de un texto que surgió hace unos años en su paso por la Universidad de las Artes (UNA), la dramaturga y directora casildense Bruna Pradolini, que transitó el claustro porteño en el marco de la Licenciatura en Dirección de Artes Escénicas, imagina en un lugar sin tiempo el reencuentro de dos íconos de la cultura popular mexicana y del universo hispanoparlante. Se trata de la cantante Chavela Vargas y la artista plástica Frida Kahlo, que aparecen en Las Flores, la pieza que protagonizan Ana Tallei y María Florencia Sanfilippo respectivamente, que tras su paso por el Teatro Dante de Casilda ofrecerá dos funciones, este domingo y el próximo, en la sala La Manzana.    

“Se trata del encuentro imaginario de una historia silenciada; la reunión apasionante de dos de las artistas íconos del siglo pasado interpela sobre el ardor y la reflexión de los vínculos más profundos. Frida Kahlo y Chavela Vargas vulneran sus sensibilidades”, escribió la artista a modo de presentación de un material en el que se ponen en tensión lo que ambas representan para la cultura, para los feminismos y para la diversidad, dado que tuvieron, en 1950, una historia de amor de la que Chavela decidió alejarse, entre otras cosas porque comenzaba a despegar su carrera musical, y que fugazmente contó tiempo antes de morir. Un amor que inmortalizó, entre otras cosas, una foto que hizo la también icónica Tina Modotti.

Contar lo que no está

Las Flores es una obra que venimos haciendo en Casilda y que empecé a escribir hace unos tres años. El texto nació en el marco de la cátedra de Dramaturgia en la Universidad Nacional de las Artes (UNA), en principio como un ejercicio de trabajo a partir de imágenes y mágicamente se me vino a la cabeza Chavela Vargas, alguien a quien no tenía tan presente más allá de que la escuchaba de vez en cuando, pero siempre me pareció una artista muy potente. Esa imagen me llevó a indagar un poco con la intención de reivindicarla a ella como a otras mujeres”, planteó Bruna Pradolini acerca de una propuesta que llega a los escenarios locales a días de las elecciones mexicanas donde la gran ganadora fue Claudia Sheinbaum, la primera mujer que ocupará la presidencia de ese país.

Y destacó: “La intención fue contar otra historia, desde otra mirada, así empecé a sumergirme en el mundo de Chavela y apareció Frida, que lógicamente también estaba presente en mi vida desde antes dado que mi madre es artista plástica, por lo tanto crecí con esas imágenes. De todos modos, nunca se me había ocurrido juntarlas hasta que me acerqué a sus historias de vida y a lo que las unió más en profundidad. Era una historia que me generaba más interés que quizás la de Frida con Diego (Rivera), que es conocida por todos, como algunos otros relatos o pasajes de su vida”.

En el mismo sentido, Pradolini habló de la historia de amor que unió a ambas artistas y que de algún modo fue un disparador para la escritura y posterior montaje de la obra: “Lo que es sorprendente de esta historia es la libertad que tenían las dos, mujeres revolucionarias para su tiempo porque no hay que olvidar que se trata de México en los años 50, donde debe haber sido muy difícil vivir de la forma en la que ellas vivieron, en contra de las normas impuestas; ellas tuvieron una historia de amor, Chavela estuvo un tiempo viviendo en la casa de Frida (en Casa Azul, donde se conocieron en una fiesta). Desde un comienzo me parecía sorprendente indagar para contar esta historia de la que poco se sabe, porque si bien Chavela habla de lo que pasó, de Frida no quedaron testimonios al respecto más allá de una carta y una foto”.

Y profundizó: “Eso también activó una forma de pensar esta historia: lo que tenía como dato me dejaba espacios como para ponerme a reflexionar y completar lo que no estaba con una historia dramática. Y además, si bien Chavela siempre habló de esa relación, también hubo algo que nunca terminó de contar. Desde ese punto de vista me parece muy rico para ponerse a pensar y decir qué fue lo que pasó a través de un texto teatral”.

Finalmente, la joven creadora, que hizo hincapié en que la obra transita un “no tiempo”  donde ambas mujeres dicen algunas cosas que “quizás no hubiesen dicho en su momento”,  habló del trabajo con las actrices: “Son dos actrices muy talentosas. Ana Talei es directora hace 40 años. Para mí dirigir a Ana era algo impensado; fue un gran privilegio, y lo mismo me pasó con Flor Sanfilippo, más allá de que somos más cercanas en cuanto a la edad. Tener a estas dos grandes actrices fue el mayor desafío, incluso más allá de la temática, para ver cómo nos posicionábamos frente al material. Y fue un proceso de trabajo muy hermoso, las dos leyeron el texto y enseguida dijeron sí, que querían hacerlo y el acercamiento de ambas al material fue maravilloso y muy rico”.

La icónica foto de Frida y Chavela que hizo Tina Modotti.      
Para agendar

Las Flores se presentará este domingo 9 y el domingo 16, a las 20, en la sala La Manzana (San Juan 1950). Las reservas se realizan a través de https://www.instagram.com/teatrodelamanzana/. 

Más información:  https://www.instagram.com/lasfloresteatro/

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