Las tasas chinas de crecimiento económico siguen en riesgo y esta semana la novedad de una fuerte caída en las exportaciones del país asiático sembró un nuevo elemento de duda sobre la marcha de la economía global.
Las exportaciones chinas cayeron nada menos que un 10 por ciento en septiembre respecto al mismo mes del año pasado, lo que significó un desempeño mucho peor que lo esperado.
También las importaciones se contrajeron en China de manera inesperada un 1,9 por ciento.
En declaraciones publicadas por la agencia Reuters, un reconocido analista indicó que “la contracción de las importaciones plantea interrogantes acerca de la fortaleza de la recuperación reciente de la demanda interna”.
Los datos hablan de una caída en los volúmenes de importación de varias materias primas clave, como el mineral de hierro y el cobre.
Más allá de los datos puntuales, que en el marco de un importante nivel de volatilidad podrían revertirse en los próximos meses, lo que vuelven a marcar estas cifras es que la economía global atraviesa un momento de importante incertidumbre.
Algo de eso comentó en el coloquio de Idea el analista internacional Ian Bremmer, al mencionar ante los principales hombres de negocios del país algunos datos preocupantes de un contexto internacional donde los países se cierran al comercio y es muy difícil prever qué escenario enfrentará cada región mes a mes.
“La globalización de la que la Argentina quiere participar es distinta de la que era hace 20 años”, señaló Bremmer, quien advirtió sobre constantes cambios políticos y desafíos económicos tanto para los países desarrollados como para los “emergentes”.
Como recordó el diario The Wall Street Journal, la Organización Mundial de Comercio espera un crecimiento del comercio de apenas 2,8 por ciento este año, con lo que 2016 se convertirá en el quinto seguido con esa cifra por debajo del 3 por ciento.
En ese contexto, el mismo diario advirtió que si bien la economía del gigante asiático luce estable en este momento, “ahora enfrenta una burbuja inmobiliaria que requiere una contención que no ahogue el crecimiento”.
Es que una política monetaria expansiva del gobierno, con la intención de sostener el crecimiento, tuvo como efecto un mercado inmobiliario que algunos observadores ven como “inflado”.
“Precios de las viviendas creciendo demasiado rápido en muchas ciudades, luego de que durante varios años la sobreoferta en el mercado contenía los precios, causan ahora alarma entre economistas y algunos funcionarios”, señaló la publicación.
Son ese tipo de datos los que hacen que algunos apostadores de los mercados pongan fichas a un “aterrizaje de emergencia” de la economía china, algo que tendría consecuencias que nadie se anima a prever.