Casi 460 tambos cerrados en un año, 30 meses trabajando a pérdida y una devaluación que les dio el golpe de gracia. La situación de los pequeños productores lácteos ya es insostenible y se espera que en los próximos meses ingrese leche importada a la Argentina. Para colmo, cada vez que reclaman al gobierno nacional se encuentran con una frase tan contundente como ideológica: “El mercado debe fijar el precio de la leche”.
Mariela Agüero tiene su tambo en la localidad cordobesa de Carrilobo, unos 80 kilómetros al norte de Villa María. Es secretaría de Género de la Federación Agraria Argentina (FAA) y contó a El Ciudadano que ya no sabe si vale la pena levantarse a ordeñar a las 2 de la madrugada, sabiendo que está perdiendo dinero. “Nuestras vacas comen dólares y ordeñamos pesos”, le dijo la productora al subsecretario de Lechería de la Nación, Alejandro Sammartino, en una reunión que tuvo el lunes pasado la FAA con representantes del gobierno nacional, entre ellos el ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere.
Etchevehere estuvo casi cinco años al frente de la Sociedad Rural Argentina (SRA). Por su experiencia, conoce la situación de los tamberos. Sin embargo, la cuestión pasa por lo ideológico. “No quieren ser árbitros en la cadena. Quieren que el mercado defina y que el productor arregle el precio con la industria, pero la industria hace lo que quiere”, dijo Agüero.
Cadena rota
En mayo, el litro de leche se pagó 6,40 pesos más IVA en la tranquera. El productor necesitaría recibir 9 pesos para que la actividad tenga un mínimo de rentabilidad. El 70% de los costos están dolarizados, por lo que la última devaluación golpeó duro.
El dólar a casi 30 pesos tampoco es conveniente a la hora de exportar. Es que el mercado interno paga más por la leche en góndola, pero el problema es que ese precio no llega al tambero.
El titular de la Mesa de Productores Lecheros de Santa Fe (Meprolsafe), Marcelo Aimaro, indicó a El Ciudadano que en el último año se cerraron 458 tambos, lo que representa un promedio de más de un tambo por día. “Hace 30 meses que los productores están perdiendo plata. En el último año, la cadena perdió 15.000 millones de pesos y el 97% de ese dinero lo perdieron los productores. La cadena está rota porque sólo un eslabón soporta la pérdida”, dijo Aimaro.
El representante de los tamberos santafesinos recordó que en enero de 2016 le presentó a Sammartino una serie de puntos para resolver la cuestión de fondo. “Si se aplicaban, después la mejora en el precio venía sola”, señaló. Y afirmó que también se lo planteó al presidente Mauricio Macri.
“Cuando están fuera del gobierno dicen una cosa y cuando asumen hacen otra”, se quejó el presidente de Meprolsafe. Y cuestionó la visión del gobierno de Macri, aunque reconoció que nunca hubo una política lechera en la Argentina: “En ningún país del mundo la lechería está librada al mercado. El Estado debe intervenir en favor del eslabón más débil de la cadena que es el productor. Sino sólo se generará concentración”.