Política

El Ciudadano Gremial

“Las y los trabajadores sanitaristas brindan un servicio vital y esencial a la sociedad”

El secretario general del gremio en Rosario, Silvio Barrionuevo, repasó los puntos clave de su gestión y compartió su mirada sobre el panorama nacional y provincial


El secretario general de Obras Sanitarias en su oficina en el centro de Rosario. Foto: Franco Trovato Fuoco.

Desde mayo de 2022, Silvio Barrionuevo es el secretario general de Obras Sanitarias en la jurisdicción de Rosario. Elegido por más del 90 por ciento de los votos, de un sindicato que cuenta con 1376 afiliados, es el hijo del histórico referente sindical Oscar “Rabanito” Barrionuevo, quien estuvo al frente del gremio desde finales de los setenta hasta 2019.

El actual secretario general habló con El Ciudadano acerca de los proyectos que viene implementando y los que vendrán. También comentó sus preocupaciones por las decisiones tomadas por el gobierno nacional en los últimos ocho meses y señaló qué aspectos podrían atenderse en la provincia para mejorar el servicio a la población.

“Las trabajadoras y los trabajadores sanitaristas no importa si llueve, si hace calor o si hace frío, tiene que salir día a día para brindar un servicio vital y esencial a la sociedad que es el agua, así que creo que está demás decir que son indispensables para la sociedad y para la provincia de Santa Fe”, definió.

—¿Qué representa el gobierno de Milei para el conjunto de los trabajadores?

—Desde el punto de vista de los trabajadores el gobierno de Milei representa un retroceso. No solo en términos de derechos, en conquistas ganadas a lo largo y ancho de la historia, sino también en lo que vislumbramos para un futuro no muy lejano. No solo vamos a padecer a este gobierno sino que nos vamos a dar cuenta como nos pasó allá por el 2001 de que perdimos mucho. Así que creo que no representa nada positivo sino al contrario, todo negativo.

—¿Qué representa el gobierno de Pullaro para el conjunto de los trabajadores?

—El gobierno santafesino, en este caso a través del gobernador Pullaro, es un gobierno que esperamos cumpla con todo lo que dijo no solo en campaña sino a lo largo y ancho de su historia política. En este mome estamos haciendo una especie de acompañamiento porque si le va bien a Pullaro le va bien a los trabajadores sanitaristas así que esperemos que cumpla con todo lo que dijo en campaña y no se apoye tanto en el gobierno nacional, porque el gobierno nacional va en picada.

Silvio Barrionuevo es el nuevo secretario general del sindicato de Obras Sanitarias

—¿Creés que en Argentina se necesitan reformas laborales?

—Hay algunas que por ahí se pueden ir observando pero va depender mucho del rubro porque no se puede hacer una reforma amplia y decir vamos a modificar las leyes laborales así porque sí porque sino las que están si se modifican seguramente va a generar un retroceso y las que necesitamos modificar seguramente no van a querer. Así que creo que cualquier reforma que se haga tiene que ver con el rubro y se debe analizar caso por caso.
Creo que en la discusión de una reforma laboral siempre se necesita que haya representantes gremiales, en este caso de la CGT porque son los que están en el día a día y no que venga un empresario improvisado a querer modificar algo que tanto costó desde el punto de vista empresarial. Repito, si querés modificar algo para bien no te lo van a dar. Así que creo que se tiene que dar una discusión más amplia y no puntual sino más amplia.

—¿Cómo viste la discusión por la ley Bases? ¿Qué te preocupa de eso?

—Hay muchos puntos que preocupan, los puntos que objetó la CGT me parecen correctos. El tema de que un candidato a presidente haya dicho en campaña que no estaba de acuerdo con la suba de impuestos y después devuelve un impuesto que se sacó en la Legislatura, me parece medio desprolijo, como mínimo. Después me parece que es un retroceso en materia de conquistas laborales, porque yo entiendo que quizás a los gobernadores la coparticipación del impuesto a las ganancias les significaba mucho pero existen otros impuestos que se pueden tocar y modificar o alcanzar y no justamente con el hilo más delgado que es el salario. Me parece que se tendría que haber dado por otro lado, las grandes riquezas por ejemplo que nunca se quiso tratar.

—En la provincia de Santa Fe, ¿qué obras te parece que hacen falta o que serían interesantes que existan para mejorar la provisión del servicio de agua y cloaca?

—Grandes acueductos. Creo que los grandes acueductos se tienen que extender a lo largo y ancho de la provincia de Santa Fe, estamos en el siglo XXI año 2024 coma cinco y que existan lugares de la provincia que todavía no cuentan con agua potable es como mínimo llamativo. Es una desidia en cuanto a esa materia, pero bueno, estamos hablando de un servicio vital y esencial. No es joda, no podemos decir que existan lugares donde toman agua con arsénico, con plomo, en otros lugares hay gusanos o larvas.Tengo afiliados y afiliadas a lo largo y ancho de la provincia en cuanto a cooperativas no solamente del servicio de aguas santafesinas, y algunas reniegan muchísimo con la potabilización del agua y no tienen quizás lo que necesitan o requiere de parte de la provincia. Entonces ahí hay una materia pendiente de parte del gobierno provincial, tiene que prestar un poquito más de atención porque hay localidades que necesitan la potabilización del agua porque el agua es vida y simboliza un montón de cuestiones, no es solamente bañarte o tomar un mate, hay un montón de cuestiones que tienen que ver con el agua. El gobierno provincial tiene que poner una lupa con respecto a las localidades que están alejadas de las grandes urbes.

—Sos el representante gremial en el directorio de Aguas Santafesinas; ¿temés que se intente privatizar?

—El gobernador tiene que cumplir y no borrar con el codo lo que escribió con la mano. Viste cuando dicen que ningún político resiste un archivo, bueno hay varias notas del gobernador diciendo que está total y absolutamente en desacuerdo con por ejemplo una privatización.

Ahí es donde digo también que se tiene que desprender de las políticas nacionales donde tienen un auge privatizador como en los noventa. Y ya sabemos qué pasó con las privatizaciones y cómo tuvimos que remarla para devolver fuentes de trabajo genuinas y acá pasaría lo mismo.

Yo no creo que se le cruce por la cabeza al gobernador una privatización de la empresa del agua porque es de los santafesinos y santafesinas, no de un privado ni un privado internacional extranjero porque no existe un privado nacional que pueda hacerse con una empresa de esta magnitud. Pienso en voz alta pero me parece, por lo que escuché decirle al gobernador en varias notas periodísticas que él está totalmente en desacuerdo con la privatización así que calculo que el tema del agua está lejos.

Sí creo que tiene que haber algún acomodo de la empresa, pasar a ser sociedad del Estado. Había un proyecto de José León Garibay que fue ministro del gobierno de Lifschitz, que había hecho un anteproyecto de ley para pasar de sociedad anónima a sociedad del Estado y estaba interesante. En su momento el ex ministro Garibay nos lo acercó. Es más, nos dio la oportunidad de que nosotros podamos opinar y sugerir algunas modificaciones. La verdad es que nos pareció correcto por ese camino. Creo que el gobernador Pullaro va a apuntar por eso. No es ni mucho menos que uno lo diga con la intención de marcarle el camino pero creo que es lo ideal.

—Ya empezaron a llegar las boletas con notables aumentos; ¿cómo ves esa situación?

—En el gobierno de Omar Perotti, los últimos años por una cuestión política de querer sacar algún tipo de rédito político nunca se había incrementado la tarifa, había quedado congelada. Pero había pasado eso a nivel nacional también, el último tiempo de Alberto Fernández también había hecho un congelamiento de tarifas. Obviamente como era el último año de campaña siempre lo hacen para tratar de sacar algún rédito político.

Pero bueno, los consumos de la empresa para la potabilización del agua, los salarios, la infraestructura sí sufren ajustes impositivos de impuestos, insumos que son dolarizados. entonces creo que ameritaba un ajuste de la tarifa.

Nosotros estábamos de acuerdo en que la tarifa se ajuste. No sé la metodología o la forma o el impacto, eso no te lo podría decir porque no estoy gestionando la empresa en cuanto a la administración de finanzas pero sí te digo un ejemplo muy claro: Netflix lo pagás 7 mil u 8 mil pesos, está bien que ahora está dolarizado pero es más o menos eso. Para ver televisión… Y ni hablar si tenés que contratar algún servicio de streaming más o un cable que venga por internet y no podés estar pagando 2000, 2500 o 3000 pesos la boleta de agua y cloacas bimestral, o sea cada dos meses. Creo que ameritaba tener un incremento en la tarifa.

Ahora si vos me decís cuánto, si 400, 500 o 600 por ciento todo de golpe, no sé. Eso lo sabrá la provincia o quien gestione, porque ellos absorben el impacto político de esta cuestión. En cuanto a números te digo que la empresa lo necesita sí o sí porque vos sabés muy bien que el agua que brinda la empresa a nivel provincial es una de las mejores aguas del país. Y es un agua que directamente tomás de la canilla, lavás la ropa, te bañás, lavás el auto y los platos y algún que otro vecino o vecina no concientiza mucho ese tema de cuánto es el gasto del uso del agua diario. Pero nosotros los trabajadores, los que hacemos el agua, nos cuesta bastante y sufrimos de esos avatares

—¿Qué proyectos hay en marcha en el sindicato?

—Nosotros arrancamos la gestión entregando 48 viviendas, 48 departamentos en la ciudad de Baigorria, unos departamentos hermosos de dos y un dormitorio. Estamos remodelando todo el club que tenemos ahí, ahora vamos a hacer dos canchas de paddle, hicimos cancha de fútbol 5, cancha de 11, cancha de 7, vamos a hacer una pileta semiolímpica que ya está lista y vamos a hacer un salón de eventos, que es para la fiesta del día del trabajador y trabajadora sanitarista donde metemos siempre 1500 personas. Entonces vamos a hacer un salón más o menos de esas dimensiones para que puedan entrar 1200 o 1300 personas y vamos a hacerla en tres o cuatro etapas, ya hay un anteproyecto. Después también estamos con el vacunatorio, en el sindicato, por ejemplo entregamos la vacuna del dengue gratis para todas las afiliadas y afiliados que hayan tenido dengue. Estamos con un convenio que hicimos con el vacunatorio de la EPE porque el nuestro todavía no está habilitado y le compramos vacunas a ellos.

Una vez que tengamos listo el vacunatorio, paralelamente también tenemos una farmacia sindical acá arriba que ya está prácticamente lista, estamos esperando la habilitación municipal. Así que tenemos la farmacia, el centro de jubilados, tenemos la oficina de la juventud sindical. Después todo lo que tiene que ver con lo institucional: estamos por comprar un complejo, no sabemos si un complejo hotelero ya hecho o si vamos a hacer uno, en Villa General Belgrano, en Córdoba. Estamos viendo y analizando costos. Estoy nombrando en base a lo que tenemos en los dos años y medio que nos quedan de gestión, lo que venimos haciendo y lo que vamos a hacer.

Tenemos la carrera terciaria de obras sanitarias es una carrera de agua y saneamiento, una tecnicatura con la Universidad Técnica Nacional. Ahora, por ejemplo, estamos haciendo un concurso que se llama Aqualab y el objetivo tiene que ver con la potabilización del agua, los influentes y efluentes cloacales, todo lo que tenga que ver con el agua pero de cualquier afiliada o afiliado o cualquiera que quiera inscribirse. Tiene un montón de auspiciantes, va a tener jueces de la universidad y después va a tener un premio de dos millones de pesos para llevar adelante el proyecto. Se juntan los fondos para llevara adelante el patentamiento del proyecto y la ejecución de la parte empresarial del que gane, es muy interesante porque participan muchísimos y se hace a lo largo y ancho de toda la provincia

—Desde que empezaste en tu tarea sindical, ¿qué transformaciones viste en el trabajo del sanitarista y cuáles en la forma de participar?

—Yo empecé como comisión directiva en 2010. En 2014 ya pasé a la parte de organización. Ahí hicimos el comité de derechos humanos y género, lo normalizamos, participamos del encuentro de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), armamos una subcomisión y desde ese momento la empresa empezó a hacer un viraje en cuanto a la parte de mujeres y hombres porque en su momento en la empresa hubo una época donde no se permitía el ingreso de mujeres porque querían operativos para la calle. Modificamos eso, hicimos una cuadrilla femenina para la colocación de medidores donde iban dos compañeras. Después empezamos con el ingreso de mujeres para la parte administrativa y atención al usuario. Hoy en día estamos bastante equiparados.

Otra de las cuestiones es el tema del secundario, se empezó a exigir el título para poder ingresar a la empresa. Aunque por ahí algunos se pueden quejar, nos dio mucha satisfacción. Hicimos el plan del secundario acá en el sindicato y terminaron un montón de compañeros y compañeras y sus hijos también gracias al gremio. Por eso ahora decidimos hacer una carrera terciaria, porque una vez que terminaron queremos que sigan en ese envión y sigan estudiando. Creo que estamos dando ese toque de calidad que necesitaba el trabajador y trabajadora sanitarista. Esa parte de modernización, no que sean solamente trabajadores sino que para serlo hay que tener otras cualidades y se demuestran en el servicio que brindamos para la sociedad. Creo que apuntamos a eso. A darle un toque distintivo y de calidad para quienes forman parte de esta gran familia.

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