La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) firmó con su par de Chile un acuerdo de «doble vigilancia» por el cual aviones de matrícula de ese país de la aerolínea Latam podrán volar la ruta Ezeiza-Miami, con tripulación argentina.
«Este convenio es un primer paso hacia el pedido de alquilar aviones para que lo vuelen tripulaciones argentinas», dijo el titular de la ANAC, Tomás Insausti.
«Nosotros vemos este pedido como algo que es bueno para el crecimiento de Latam Argentina. Pero queremos hacer algo bien hecho», explicó el funcionario del Ministerio de Transporte.
Insausti sostuvo que, además de reunirse con funcionarios de la empresa, mantuvo reuniones con los abogados de los gremios aeronáuticos, quienes le plantearon algunas cuestiones legales vinculadas a la seguridad operacional.
El pedido de Latam motivó el paro aeronáutico de hace una semana, rechazado por buena parte del arco empresarial.
La empresa de capitales chilenos y brasileños cubre, desde su filial argentina, la ruta Ezeiza-Miami con un viejo Boeing B767 que quedará obsoleto a partir del 2020, ya que no podrá ingresar al espacio aéreo de Estados Unidos.
Por eso, la empresa solicitó alquilar aviones a su casa matriz, de matrícula chilena, más modernos que el equipo asignado a la Argentina.
«De no poder avanzar con ese pedido, deberemos levantar la ruta a Estados Unidos», había advertido la titular de LATAM Argentina, Rosario Altgelt. En la ruta Ezeiza-Miami de Latam trabajan 50 pilotos y 150 tripulantes de cabina, el 10% del personal de Latam Argentina, que tras la megadevaluación debió afrontar fuertes pérdidas, según fuentes de la compañía.