El candidato presidencial por Consenso Federal, Roberto Lavagna, desmintió este martes que desde el Frente de Todos le hubiera sido ofrecido el cargo de canciller o algún otro puesto, en un eventual gabinete de su contrincante Alberto Fernández, en caso de que resulte triunfador en las elecciones del 27 de octubre.
«No, ni eso, ni ninguna otra cosa. Si se produjera el triunfo de Alberto Fernández, él tiene un montón de gente que se puede desarrollar donde corresponda«, afirmó el economista en radio La Red.
Por otra parte, consideró que «hasta ahora Argentina ha transitado entre el bombo y la patria financiera» y colocó en el primer sector a la candidata a vicepresidenta Cristina Kirchner, y al presidente Mauricio Macri en el segundo.
«Hasta ahora, si, claro que sí», dijo Lavagna cuando le preguntaron si Cristina representaba el bombo, pero diferenció esa apreciación respecto de Alberto Fernández al sostener que «no, eso no lo sabemos, yo hablo del pasado».
En tanto, ubicó a «Macri en la patria financiera» y, en ese punto añadió que existe un «proceso en la Argentina donde, cada diez años» se recurre al endeudamiento.
«Pareciera que no se quiere entender que no es bueno», sostuvo, e interpretó que «existen intereses» que se ponen en juego con el fin de «obtener ganancias muy rápidas».
Sobre el modelo de Portugal -puesto de relieve luego de la visita que Alberto Fernández realizó a ese país- dijo que «hay dos modelos de Portugal, uno del pago al Fondo y otro de recuperación de la economía», y consideró que la segunda etapa «es mucho más parecida a la que pudo haber sido la salida a la crisis argentina en el 2002».
Lavagna manifestó que «hace meses venía sosteniendo que el Gobierno tenía que alargar los plazos de pago de la deuda».
Y distinguió entre la negociación con el FMI, que «no debe pasar por el Congreso», y la que existe con los sectores privados, «esa reestructuración, que le llaman reperfilamiento, sí tiene que pasar por el Parlamento», indicó.
No obstante dijo que «pareciera que las cosas están ahora más tranquilas; había herramientas que el Gobierno se negaba a tomar por un tema ideológico, pero ahora parece que estamos en una situación de más calma. Falta ver cómo transitarán los próximos meses».