El dueño de una concesionaria de zona oeste fue víctima de un atentado extorsivo este miércoles por la madrugada cuando al menos tres gatilleros abrieron fuego media docena de veces contra el frente de su vivienda, ubicada en 6 de Diciembre al 7100. Unas horas antes, uno de sus hijos había recibido mensajes a su celular donde le exigieron el pago de 60.000 dólares con la advertencia de que si no cumplía le iban a balear su local, ubicado en bulevar 27 de Febrero al 7100. “Ahí te dejé el regalo”, fue el mensaje que les llegó tras el ataque a tiros. Este tipo de extorsiones empezaron a sonar a finales de 2019 y este año se reanudaron con denuncias de comerciantes y gastronómicos de las zonas sur, norte y centro, como el corredor de avenida Pellegrini, y también en el macrocentro, en barrio Pichincha.
De acuerdo con voceros policiales, este miércoles por la mañana Darío D., de 55 años y dueño de una concesionaria, se encontró con que había dos impactos en el frente de su casa y seis vainas servidas en la calle de la cuadra de 6 de Diciembre al 7100, entre Guatemala y México.
El hombre cayó en la cuenta de que habían materializado las amenazas por mensaje de texto que este martes pasadas las 15 le llegaron al celular de uno de sus hijos, a través de las cuales le exigían la suma de 60 mil dólares a cambio de “protección”. También le dijeron que le daban hasta la medianoche para pagar, caso contrario le iban a balear la concesionaria de su propiedad.
Las víctimas recibieron una nueva comunicación este miércoles pasadas las 2: “Ahí te dejé el regalo. En 6 de diciembre”, según mostraron los hijos del propietario ante las cámaras de televisión para remarcar conmocionados que no tuvieron problemas con nadie. “No sé de qué lugar puede venir esto. Conocen dónde vivimos nosotros y familiares. Tienen información fina”, resaltó uno de los muchachos.
Las víctimas contaron que pudieron ver cómo fue la balacera porque una cámara de seguridad de un vecino captó el momento cuando al menos tres tiradores, con capuchas y gorritas, caminaron por el medio de calle 6 de Diciembre, se pararon frente a su casa y abrieron fuego.
Plata o plomo
Esta modalidad de extorsiones que tienen como objetivo imponer miedo a través de ataques armados para cobrarles un canon mensual a las víctimas a cambio de “seguridad” comenzaron a sonar con más fuerza a finales de 2019 y tuvieron el caso más resonante a principios de enero de 2021, cuando tiradores atacaron los balcones del Casino City Center y asesinaron al contador Enrique Encino, gerente bancario de la ciudad de Las Parejas.
Extorsiones y juego ilegal: lo imputaron por integrar banda que cobraba por “protección”
Por este hecho, Maximiliano “Cachete” Díaz está imputado como líder de una asociación ilícita que operó desde agosto de 2019 hasta mayo de 2020 y se dedicaba a extorsionar a comerciantes en nombre del líder de Los Monos Ariel “Guille” Cantero y a la explotación del juego ilegal.
En la acusación, el fiscal David Carizza describió el accionar de la banda que tiene por el momento otros siete imputados; determinó que había distintos grupos: uno que comunicaba las amenazas a las víctimas presentándose directamente o mandando mensajes mediante dispositivos electrónicos. Un segundo, se encargaba de llevar a cabo los hechos intimidatorios contra la integridad física de las víctimas, una de acciones eran las balaceras. Otro más que administraba el dinero obtenido de forma ilícita y hacerlo circular mientras que el cuarto hacía los negocios ilegales de “quiniela” clandestina y casinos ilegales. Con respecto a este último, estos miembros obtenían cobertura institucional en agencias policiales y/o judiciales, explicó el fiscal en clara referencia al entonces fiscal Regional de Rosario, Patricio Serjal, y el fiscal de grado Gustavo Ponce Asahad, quienes está imputados por cobro de coimas.
La caída de este banda no hizo que cesaran las extorsiones bajo la lógica de plata o plomo y este año ya fueron muchos los comerciantes y gastronómicos de zona sur, norte y barrio Pichincha que presentaron denuncias sobre balaceras contra sus locales y extorsiones donde los agresores invocan a los referentes más conocidos de organizaciones criminales como Guille Cantero o Esteban Alvarado.
Lo cierto es que todavía queda el interrogante si se trata de una sola banda o una mecánica que gavillas reproducen como una nueva modalidad delictiva para obtener dinero de sus víctimas.
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