Un joven de 19 años fue formalmente imputado ayer como uno de los cuatro motociclistas que protagonizaron el asalto en el que fue asesinado Mauricio Brandán, ocurrido en septiembre pasado en el interior de su local de venta de ropa de barrio Belgrano. Por el caso, tres hombres continúan prófugos de la Justicia. La nueva línea investigativa surgió luego de que dos mayores y un menor fueran detenidos días después del homicidio, para recuperar enseguida la libertad por falta de pruebas.
El crimen de Mauricio Brandán, de 32 años, ocurrió alrededor de las 20 del sábado 26 de septiembre pasado en la puerta de su tienda de Provincias Unidas al 1500. El asalto fue perpetrado cuando su hermano Cristian caminó hasta un quiosco en busca de una gaseosa. Según reconstruyó la fiscal de Homicidios Dolosos Marisol Fabbro en base a testimonios de los vecinos, cuatro hombres a bordo de dos motocicletas concretaron el asalto. Los dos que viajaban como acompañantes se bajaron en la esquina del comercio, uno de ellos armado, y entraron al local Beautiful People. Mauricio se resistió a entregar sus pertenencias y forcejeó con ellos hasta que un disparo en el pecho le provocó la muerte en pocos minutos, mientras los ladrones huyeron con su celular y algunas prendas, sin alcanzar a sacarle la billetera.
El acusado identificado como Nahuel Alejandro C., de 19 años, fue apresado el domingo pasado al mediodía, cuando protagonizó una persecución para intentar escapar de un control vehicular. El operativo estaba dispuesto en avenida Circunvalación, a la altura de calle Pampa, y el sospechoso iba como acompañante en una motocicleta Honda CG azul conducida por Samuel O., de 21 años.
En la audiencia imputativa que se realizó ayer, la fiscal Fabbro imputó a Nahuel C. como el coautor agravado de homicidio criminis causa. Fue señalado como uno de los dos conductores de las motos en que llegaron los homicidas a la puerta del negocio. A su vez, el magistrado Luis María Caterina dictó 30 días de prisión preventiva. En esta causa aún existen tres hombres prófugos de la Justicia, precisó un vocero judicial.
El lunes 28 de septiembre la jueza Mónica Lamperti había autorizado a pedido de la fiscal Fabbro allanamientos en barrio Santa Lucía, donde un hombre de 39 años, un joven de 19 y un chico de 16 quedaron detenidos. El argumento de la fiscal fue el parecido con los fotofits realizados por tres vecinos que vieron huir a la carrera a los atacantes. Los primeros en recuperar la libertad fueron los mayores. En la audiencia imputativa, el juez Carlos Leiva determinó que no había pruebas para sostener la participación de estos hombres en el hecho y dictaminó su libertad. La misma fiscal asumió en dicha instancia que los domicilios allanados fueron aportados por un “presunto arrepentido”, que le habrían confesado a “un policía” su participación en el robo, pero que no aportó ni su identidad ni brindó testimonio en la investigación. En sintonía, un día más tarde la titular del Juzgado de Menores 3ª, Carolina Hernández, determinó la libertad del chico detenido por el homicidio, dijeron voceros judiciales.
