Un comerciante de 60 años resultó herido de un disparo en el rostro, luego de que un ladrón ingresara anteanoche a su minimarket de la zona del macrocentro, muy cerca de los Tribunales provinciales, y le robara la recaudación del día junto con algunas tarjetas telefónicas. Sin embargo, el plomo –que le ingresó por la boca y le sacó tres dientes– le quedó alojado en la lengua. Al cierre de esta edición, el quiosquero había sido dado de alta y se recuperaba en su casa.
Según fuentes policiales, todo comenzó minutos antes de las 22 de anteayer, cuando Guillermo I., de 60 años, atendía su negocio, ubicado al lado del Sanatorio Plaza, en Dorrego al 1500.
En ese momento, un joven llegó a bordo de una motocicleta, acompañado de una chica. El muchacho descendió del rodado y entró al local, mientras que la muchacha se quedó en la vereda.
De acuerdo con los voceros, una vez en el interior del maxiquiosco, el recién llegado sacó un arma de fuego y le exigió a Guillermo I. que le entregase toda el dinero de la caja, indicaron los voceros del caso.
Según se desprende de la investigación, el asaltante tomó el dinero, manoteó algunas tarjetas telefónicas y corrió hacia donde lo esperaba su cómplice con la moto.
Ante la situación, la víctima se asomó a la puerta del negocio para intentar identificar la patente y ver qué dirección tomaban los asaltante para informar a la Policía, explicaron las fuentes.
Fue en ese momento cuando el ladrón se dio vuelta hacia donde se encontraba el comerciante y disparó contra él.
De acuerdo con los voceros, el proyectil impactó en el rostro de Guillermo I.
La esposa del herido, quien a pesar de estar muy afectada por la situación fue a abrir el local ayer, relató que varios testigos le confiaron que el asaltante hirió a su marido cuando todavía estaban en el interior del comercio. “El chico le pidió toda la plata, y mi marido se la dio, pero él le pedía más y más”, relató la mujer a El Ciudadano. “No entendía que ya le había dado todo”, expresó la mujer entre lágrimas.
“En un momento, mi marido dijo «soy padre de familia», pero él le disparó igual”, especificó la esposa de la víctima, quien estaba acompañada por mucha gente que trabaja en el Sanatorio y que ayer al mediodía se acercó para brindarle su apoyo.
“Todo lo que pasó me lo contaron porque yo estaba en mi casa. No sé bien cómo fue. Encima, Guillermo quiere contar lo que pasó, pero no se le entiende nada”, explicó la mujer.
Según el mismo relato, la bala le entró por la mandíbula, le voló tres dientes y le quedó alojada en la lengua. “Lo llevaron de urgencia al hospital Centenario, lo operaron y ya está en mi casa. Está muy dolorido pero está bien, gracias a Dios”, dijo la comerciante.
Otro hecho fatídico
No es la primera vez que Guillermo I. es víctima de un hecho de violencia. A finales de abril pasado, fue el blanco de la furia de un joven punk, quien tras un intercambio de palabras dentro de su negocio, salió y comenzó a pegarle patadas al automóvil del comerciante.
Después de abollar la carrocería del vehículo y romperle el vidrio de la ventanilla, Alan C., de 22 años, fue detenido y llevado a la comisaría 2ª, adonde utilizó las vendas que tenía en el brazo para ahorcarse.
Sien embargo, las fuentes policiales descartaron que este hecho tuviera vinculación alguna con la agresión que sufrió anteanoche el dueño del minimarket.