Rocío Martín tenía 17 años cuando la mataron en la puerta del boliche Dorian, en abril de 2014. Una moto pasó por el lugar y uno de sus ocupantes disparó sobre el frente del local de la zona oeste. La adolescente murió en el lugar: un proyectil le impactó en el cráneo. La víctima conversaba sin imaginar lo que se venía; otros dos jóvenes resultaron heridos. El fiscal pidió 25 años de cárcel por el ataque y el caso espera juicio oral.
Dorian era un boliche ubicado entre galpones en avenida presidente Perón al 5600. Las irregularidades en la habilitación del local saltaron tras el homicidio. El 13 de abril de 2014 Rocío fue bailar con amigos. Eran cerca de las 7 cuando decidió salir con un grupo de personas. Rocío vivía en el barrio Santa Lucía y se quedó charlando en la puerta.
Había unas 15 personas en el frente del local cuando pasó una moto. Uno de los ocupantes sacó un arma de grueso calibre y disparó hacía el frente del local. Los balazos tomaron por sorpresa a las víctimas, que intentaron resguardarse de los proyectiles. Uno de ellos atravesó la cabeza de Rocío Judith Martín que se desvaneció en el momento. Las balas también alcanzaron a Ricardo L., quien recibió un balazo en el pecho, y Miguel Alejandro P., en la pierna.
Como la ambulancia tardaba, los amigos de las dos víctimas que sobrevivieron al ataque las llevaron al hospital Carrasco en autos particulares. Allí fueron asistidos. En el lugar del ataque la Policía encontró 5 vainas servidas calibre 9 milímetros.
Reclamo de justicia
La familia de Rocío se manifestó en varias oportunidades pidiendo justicia, lo que se tradujo en marchas frente a los Tribunales provinciales. También reclamaron que el boliche no vuelva a reabrir. Fueron acompañados por el entonces concejal Diego Giuliano, entonces parte de la comisión de seguridad, en esta cruzada. Incluso recibieron amenazas en las redes sociales por este reclamo.
Para la Fiscalía hubo sólo un tirador. En junio del año pasado lo detuvieron en zona oeste. Con órdenes de allanamiento, la Policía llegó hasta una casa ubicada en Barra al 3400. En el domicilio la Policía secuestró cuatro balas calibre 9 milímetros, un cartucho 38, otro 57 y uno más 27, además de cinco celulares. Aunque a Gustavo E., de 27 años, lo detuvieron en otra vivienda, en Campbell al 3400.
El sospechoso fue imputado por el fiscal Adrián Spelta y desde entonces está preso. Este miércoles tuvo lugar una audiencia preliminar en el caso: es la última de la investigación preparatoria y en ella se allana el camino al juicio oral.
El fiscal pidió 25 años de prisión para Gustavo E. al considerarlo autor de los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, dos hechos de tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, además de la portación. El juez José Luis Suárez aceptó la acusación y desechó el pedido de sobreseimiento que hizo la defensora oficial Andrea Siragusa.
El juez prorrogó la prisión preventiva del acusado, por lo que seguirá preso mientras se avanza en la fijación de la fecha de juicio oral y público y la constitución del tribunal que presidirá el debate.