El reclamo de una suma en dólares se transformó en una pesadilla para una familia de barrio Azcuénaga, que en las últimas horas sufrió dos ataques incendiarios en la fachada de su vivienda y recibió un escrito con la típica frase “plata o plomo”, además de anuncios de ataques a tiros y amenazas de muerte. Como trasfondo, voceros del caso deslizaron que es posible que los aprietes vengan de parte de un narco que perdió dinero por una inversión trunca en el country La Carolina, operación en la que víctima intervino en la confección de los papeles de un propiedad.
El portón de la vivienda ubicada a metros de una ochava de Zuviría y Teniente Agneta luce chamuscado, consecuencia del fuego provocado por un hombre que primero arrojó una molotov, y a la noche siguiente, este martes, roció con combustible y echó fuego. El agresor, aseguran vecinos, se moviliza en un auto negro: “Algunos creen que es un Corolla, otros un Focus negro que estuvo parado un rato largo en la esquina”.
Uno de los atentados fue cometido el martes por la noche, en el calor propio de las horas previas a la tormenta. Un testigo dijo ver a un hombre que estaba con un bidón en el suelo, y después de rociar combustible corrió y se subió a un auto de los que había en escena. “Tenía una campera roja, descolorida encima de un buzo con capucha gris que le cubría la cabeza. La campera contrastaba con el auto, reluciente”, graficó un vecino que había sacado a pasear el perro.
En medio de corrillos vecinales, trascendió que un hombre de 61 años que vive en la vivienda denunció en la comisaría 14ª que el lunes recibió varios llamados telefónicos donde le exigieron 10 mil dólares, o de lo contrario iban a balearle la casa y, en caso de seguir sin pagar, le iban a matar a unos de sus hijos o a su mujer. Después de uno de los atentados incendiarios, una nota con la leyenda “Loro, plata o plomo” fue hallada debajo de la puerta.
La víctima aseguró que en una comunicación le anunciaron que iban a rociar de tiros la casa en un lapso de 20 minutos, ocasión en que se presentó en el domicilio personal de la comisaría 14ª para prevenir el ataque.
Según confiaron fuentes del caso, la víctima decidió mudar a parte de su familia a un lugar más seguro. Como posible móvil de las amenazas, dijo el denunciante citado por investigadores, asoma un conflicto con un hombre vinculado con el narcotráfico que se encuentra detenido en la cárcel federal de Ezeiza, quien en 2019 invirtió en un lote en el country Golf Club La Carolina del oeste de Rosario, pero la inversión terminó mal y ahora reclama el dinero, ya que el destinatario de las amenazas intervino en la confección del boleta de compraventa.