El cura párroco de la iglesia Nuestra Señora de Luján de la ciudad de Tres Arroyos denunció que le robaron 90 mil pesos y 18 mil dólares que tenía guardados en una caja fuerte, y aseguró que el jefe de la policía local lo acusó de “mentiroso” luego de que diera a conocer el hecho.
“Esto es una barbaridad. Quiero conocer la verdad, que se investigue. Necesito que me ayude la policía. No sé si tengo que recurrir al FBI o hacer una película de (Steven) Spielberg”, dijo ayer el sacerdote Domingo Torquatti, quien criticó al comisario que fue a investigar tras la denuncia del robo.
Según contó el párroco, el robo sucedió el fin de semana pasado en la casa parroquial donde vive, a una cuadra del templo donde celebra misa, pero cuando el jefe policial fue a ver el lugar le dijo “a los gritos que estaba mintiendo”.
“Estábamos viendo el portón que había sido forzado. Vinieron a hacer un reconocimiento. Y el comisario me decía a los gritos: «¡Usted está mintiendo!». Yo quedé espantado”, remarcó Torquatti, quien recaudaba los fondos para la construcción de otro templo.
El religioso dijo que les expresó a los investigadores sus sospechas acerca de que el robo podría haber sido cometido por un joven a quien él ayudaba, y pidió que se lo investigue.
“Yo le manifesté a la policía que tenía sospechas sobre una persona. Quiero que se investigue. Si no, se termina protegiendo a una persona sobre la que yo manifesté sospechas firmes”, dijo el sacerdote.
El cura contó que se enojó cuando el comisario que fue a ver el lugar donde se produjo el episodio le dijo que no podía haber sido como él sospechaba, porque “los chorros siempre salen por el mismo lugar por el que entran”.
“Si se queda clausurado ahí en esa postura y no se investiga, se cierran las posibilidades de llegar a la verdad”, aseveró el religioso, de 65 años.
Según remarcó, el robo se habría producido en la tarde del domingo pasado, cuando dormía la siesta, luego de haber dejado en la caja fuerte las limosnas de la misa que había celebrado por la mañana.
Relató que la caja fuerte de donde se llevaron el dinero tiene una combinación “con dos llaves”, que él tenía en el bolsillo de un pantalón que se sacó, precisamente, para recostarse a descansar.
Acerca de las sospechas de la policía sobre su denuncia, el sacerdote enfatizó: “No por ser cura tengo ganada la santidad. Yo pido que se investigue. Quiero conocer la verdad”.
