El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, Hugo Moyano y hasta el agente inmobiliario Jorge Toselli sufrieron en la última semana las consecuencias de la pelea que el kirchnerismo, en la voz de la propia presidenta, decidió librar anticipadamente por su supervivencia política.
Por cadena nacional, Cristina Kirchner apuntó contra Scioli por la crisis económica provincial, pero al mismo tiempo bajó un mensaje disciplinador a los gobernadores e intendentes necesitados de fondos y, por ende, a todo el peronismo.
En el mismo discurso la mandataria adoctrinó al sector privado: anunció sanciones contra Toselli por evasión fiscal, luego de que el empresario cuestionara el cepo oficial al dólar y su injerencia en el mercado.
Moyano, por su parte, se rebeló paulatinamente a la política del alineamiento automático y pagó con un desconocimiento oficial del Congreso Normalizador que lo consagró por otro mandato al frente del fragmentado movimiento obrero.
El líder camionero ratificó con su discurso en el estadio de Ferro Carril Oeste que buscará un lugar dentro del peronismo opositor, quizá a través de una estructura política propia con base en el sindicalismo.
Sus rivales internos, en cambio, tendrán aval gubernamental para poner en marcha otra CGT. La propia presidenta podría recibirlos con el metalúrgico Antonio Caló a la cabeza, pese a que el proceso electoral que iniciaron acumula similares objeciones a las esgrimidas contra el que encumbró a Moyano.
La jefa del Estado tiene 41 meses de mandato por delante pero la tensión económica y política podrían precipitar la sensación de un ciclo de poder en declive, lo cual solo rige para el último tramo de gobierno de quienes no tiene posibilidades de reelección.
Por eso, y ante la inexistencia de un continuador claro, otra fase de esta estrategia de supervivencia es de manual: el kirchnerismo hablará con mayor frecuencia y peso político de una reforma constitucional. Será a partir de agosto.
“Eso permitirá, como objetivo de mínima, que Cristina gobierne hasta el fin del mandato. Después se verá si hay número o no para avanzar en una reforma para otra reelección. Va a haber distintas acciones en esa línea”, confesó un arquitecto jurídico kirchnerista, quien confirmó un dato hasta ahora incierto: la movida tiene el aval de la propia mandataria.
En el debate, la posibilidad de una nueva reelección de la jefa del Estado quedará encubierta detrás de la necesidad de adecuar la Carta Magna a un nuevo tiempo político, pero subyacerá.
La oposición ya vislumbra el escenario y se puso en guardia. Reunido en Tafí Viejo, el radicalismo, que fue partícipe necesario del Pacto de Olivos que permitió la reelección de Carlos Menem, se apuró a proclamar que esta vez no habrá acuerdo posible para una reforma constitucional.
El ojo del temporal
En buena medida, Scioli puso el dedo en la llaga cuando avisó que tiene intenciones de postularse en 2015. Dijo que no confrontará con Cristina Kirchner, pero de algún modo aceleró toda la ingeniería mencionada en los párrafos anteriores.
Luego quedó enfrascado en la búsqueda de alternativas para pagar el medio aguinaldo a los estatales bonaerenses. La principal apuesta es la de obtener recursos de la industria del juego, puntualmente de las 40 salas de bingo provinciales.
Lo cierto es que en la Casa Rosada entienden que más allá de los renovados gestos de fidelidad exhibidos por Scioli, la presidenta siente que no logró “encuadrarlo” y ve gestos diferenciadores del gobernador en cada uno de sus movimientos.
Eso explica también la decisión de tener un diálogo directo con los intendentes bonaerenses a través del ministro de Planificación, Julio de Vido.
El ministro, reconsiderado por la mandataria en las últimas semanas, tiene programadas cuatro reuniones conjuntas con los jefes comunales de cada una de las ocho secciones electorales.
De los encuentros, que de acuerdo con las primeras experiencias se extienden por más de cuatro horas, participan distintos secretarios de Estado y no se habla únicamente de obras públicas, confirmaron fuentes que participaron de las reuniones.
Quizá para acentuar la idea de un padrinazgo completo de la Nación sobre los alcaldes, se coordina el despliegue de antenas de la Televisión Digital Abierta (TDA), la entrega de decodificadores y la puesta en valor de espacios vinculados a la cultura en el marco del plan Igualdad Cultural.