Leda Bergonzi la supuesta sanadora, ya desligada del apoyo oficial de la Iglesia Católica rosarina, comenzó una guerra judicial contra su exproductor Albero Castillejo con una curiosidad: la denuncia la presentó en Capital Federal tras elegir a una patrocinante mediático: Fernando Burlando. En tanto la defensa del productor artístico la tomó Gustavo Feldman.
El enojo de Leda se dio después del fracaso en la venta de entradas sus shows musicales, tras lo cual públicamente Castillejo señalara que «duele la estafa en nombre de Dios». El penalista rosarino estará acompañado por Liza Feldman y Marcos Monetti, quienes lo acompañará en el trajín legal.
«Ante la denuncia falsa de Leda Bergonzi hecha en Ciudad de Buenos Aires asumimos la defensa de su ex representante. Ni la mentira ni la calumnia duele como la verdad. Hay que evitar que se sigan burlando de la desesperación de la gente», escribió Gustavo Feldman en su cuenta de X.
Además de ser notificado, en el escrito presentado, Castillejo argumenta: «Más allá de la absoluta falsedad de los hechos que se me intentan endilgar, expreso que no tengo intención alguna de contactarme, acercarme o aproximarme a la señora Leda Vanina Bergonzi, por ningún medio y de ninguna forma. Es más, es saludable para mí tener bien lejos a la referida, siendo que toda noticia de la misma impacta negativamente en mi actual estado psicofísico».
Pelea mediática
Hace algunas semanas, Castillejo aseguró en diálogo con la prensa que Leda no había querido firmar contrato ya que aseguró que «la Iglesia la controlaba» y dejó entrever que la fundación Soplo de Dios Viviente no tendría todos los papeles en regla. Además, criticó que Leda con su secretaria intentaron hacer negocios por detrás de él. «Leda es un lobo con piel de cordero», sostuvo.
La relación entre Castillejo y Leda nunca fue de las mejores. Tenían pautadas presentaciones en distintos puntos del país donde no se vendieron la cantidad de entradas que pensaban que iban a vender con los shows musicales. La mujer evadió el tema cuando fue consultada por las declaraciones de quien hasta no hace mucho trabajaba con ella, y ahora directamente recurrió a la Justicia.
Esta semana había sorprendido al mostrarse junto a dos figuras mediáticas de la escena porteña en redes sociales. Se trata del abogado Fernando Burlando y del periodista Fernando Mancini. Era una “reunión de trabajo”, con una “fuerte importante en la fe”. Sostuvieron que se vienen “cosas importantes”.
Aparentemente, esas «cosas importantes» eran ni más ni menos que una denuncia judicial contra Castillejo.
El rechazo del Arzobispado de Rosario a Leda Bergonzi
Este mes, además, el nombre de Bergonzi volvió a estar en boca de todos luego de anunciar que en su gira de shows de septiembre, octubre y noviembre en distintas ciudades del país tiene previsto no solo cantar, sino que también realizará su “imposición de manos”, momento en el que supuestamente despliega sus poderes sanadores. Lo particular es que, a diferencia de las reuniones de fe, las entradas para estos eventos son pagas, la más cara con un costo de 22 mil pesos. Esto le valió el rechazo de la Iglesia Católica.
Si bien ya es conocido que Leda dice sanar mediante este método, recibió diversos cuestionamientos en sus redes sociales por cobrar entradas, que se venden a través de un reconocido sitio de tickets. Sin tanto éxito en el mundo del canto, en el que intentó incursionar de varias formas, recurrió a esta nueva metodología para encontrarse con quienes la siguen en distintos puntos del país. Es decir, expresar en los avisos de difusión explícitamente que realizará imposición de manos.
La imposición de manos es un gesto muy significativo en la tradición bíblica, con una amplia diversidad de propósitos. El jueves pasado, el Arzobispado de Rosario publicó un comunicado distanciándose de Bergonzi, aclarando que la Iglesia reserva esta práctica «a los sacerdotes para la comunicación del espíritu santo».
Es en este marco que el Arzobispado de Rosario decidió suspender cualquier actividad pastoral realizada en nombre de la Iglesia por parte del espacio «Soplo de Dios Viviente», al que pertenece Leda Bergonzi. El escrito, firmado por el arzobispo Eduardo Eliseo Martín, causó conmoción el jueves pasado por la tarde, aunque se esperaba de un momento a otro mientras avanzaba la popularidad (y la polémica) en torno de la mujer que, en los últimos tiempos sumó a su misión de fe espectáculos musicales pagos.
Con el correr del tiempo, el Arzobispado evaluó sus actitudes, muchas de las cuales no cayeron bien. Por ejemplo, la práctica de imposición de manos o la movilización a través del milagro. Puertas dentro de la entidad religiosa aseguran que no es el único camino a seguir.
Martín detalló que, «habiendo realizado oportunamente las consultas necesarias y habiendo recibido el parecer del equipo de sacerdotes que acompañan esta experiencia», en el grupo Soplo de Dios Viviente «se advierten signos positivos y a la vez significativos elementos que necesitan ser purificados para que resplandezca la obra de Dios».
Además, sostuvo: «Hasta tanto no se avance en este proceso de purificación y cumplimiento de las indicaciones oportunamente dadas, prudencialmente se suspende cualquier actividad pastoral realizada en nombre de la Iglesia Católica».
En este contexto, la “sanadora” anunció la cancelación del encuentro del 15 de octubre. Horas más tarde de la publicación del comunicado de la Iglesia, la cuenta de Instagram de Soplo de Dios Viviente publicó un mensaje con el título «Nueva información, importante», en el que indicó: «¡Atención! Lamentamos comunicarles que, por disposición del Arzobispado de Rosario, quedan suspendidas las actividades religiosas». Y aclara que, por ende, el encuentro del 15 de octubre «queda suspendido».