Un grupo de legisladores demócratas solicitó este lunes a la titular del Tesoro de los Estados Unidos, Yanet Yellen, que Estados Unidos respalde ante el FMI la idea de revisar los sobrecargos que se aplican a los países con préstamos excepcionales, entre los cuales se encuentra la Argentina.
La iniciativa es promovida por 18 legisladores demócratas, entre los que se encuentran Jesús García, Alexandria Ocasio-Cortez y Pramila Jayapaly, entre otros.
“La política de recargos del FMI es un obstáculo para el crecimiento y la inversión social en los países en desarrollo y debilita los esfuerzos para abordar los inmensos desafíos que enfrenta el mundo en este momento”, escribieron a Yellen los congresistas, según detalla un cable de la agencia Bloomberg.
En la carta, los legisladores demócratas urgieron a revisar la actual política de sobrecargos del FMI, luego de que los EEUU se negara a innovar en esta política, según la última votación realizada en diciembre en el directorio del FMI.
En la misiva, los legisladores calificaron la actual política de sobrecargos del FMI como «injusta y contraproducente» y dijeron que restaba a los países los recursos necesarios para combatir la pandemia de Covid-19, a la vez que indicaron que podría aumentar el riesgo de default de países con problemas de deuda.
El pedido de los legisladores demócratas es el mismo que solicita la Argentina y otros países emergentes, y fue respaldado por el G20 en la última cumbre de presidentes realizada Roma, en octubre pasado, donde se indicó al FMI que revise la actual política de sobrecargos.
El directorio del FMI debatió este tema en una de sus últimas reuniones antes de Navidad, donde algunos integrantes se mostraron a favor de un alivio temporal, mientras que otros dijeron no que no ven la necesidad de revisar esa política, según un comunicado del FMI.
Entre los que se opusieron, «mencionaron el bajo costo total general de los préstamos del Fondo y el papel que tienen los ingresos por recargos para garantizar una acumulación adecuada de reservas de riesgo del organismo», reveló el FMI.
Luego se supo que los Estados Unidos, el principal accionista del Fondo con 16% de participación, se había negado a revisar esa política.
En tanto, Alemania, Francia y Gran Bretaña están abiertos a revisar la política de recargos del FMI, entre los de mayor peso.
La revisión de los sobrecargos es respaldada también por una comunidad de economistas de peso internacional, entre los que se encuentran el Premio Nobel Joseph Stiglitz, profesor de la Universidad de Columbia; y Kevin Gallagher, director del Centro de Políticas de Desarrollo Global de la Universidad de Boston; y Jeffrey Sachs, director del instituto de la Tierra, también de la Universidad de Columbia.
A propósito también hoy Stiglitz elogió la «sorprendente» recuperación de la economía argentina, y se mostró en contra de los miembros del directorio que promueven ajuste drástico, como condición para alcanzar un acuerdo.
En un artículo publicado hoy en el medio independiente Project Sindicate, el economista de la Universidad de de Columbia dijo que «si bien todos deberían saber a estas alturas que la austeridad es contraproducente, es posible que algunos estados miembros influyentes del FMI aún la defiendan», al aludir a los miembros del directorio que buscan que la Argentina aplique una reducción más acelerada del déficit fiscal, como condición para avalar el acuerdo.
También Stiglitz consideró que «un acuerdo que simplemente amplíe el plazo de amortización de 4,5 a diez años no es suficiente para aliviar las preocupaciones sobre la deuda de Argentina».
El premio Nobel recordó que «el FMI reconoce ahora que su programa no logró los objetivos económicos que había establecido. La Evaluación Ex-Post del Fondo atribuye gran parte de la culpa al gobierno de Macri».
Advirtió por último que «si se invirtiera el rumbo con anticuados requisitos de austeridad a la Argentina (…) podría amenazar la estabilidad política y financiera mundial. Al final, todos perderían».
El gobierno argentino trabaja contra reloj para poder avanzar en un nuevo programa de financiamiento con el FMI, con el objetivo explícito de que la pauta fiscal no afecte la recuperación actual de la economía.
En lo que respecta a los vencimientos previstos para los primeros meses del corrientre año, entre fines de enero y principios de febrero, la Argentina deberá abonar entre intereses y sobrecargos alrededor de 1.655 millones de dólares.
La negociación entre las partes implica refinanciar los casi 45.000 millones de dólares contraídos durante la administración de Mauricio Macri, de un programa stand by fallido, donde sólo en 2022 la Argentina está obligada a pagar unos 19.000 millones de dólares.
El próximo vencimiento de capital será a fines de marzo, momento del año que marca un plazo límite para la renegociación de la deuda argentina con el Club de Paris.
Por otra parte, hoy se informó que el economista británico del Fondo Monetario Internacional, Ben Kelmanson, comenzará esta semana a trabajar al frente de la oficina en Buenos Aires del organismo, en reemplazo del jamaiquino Trevor Alleyne.
Kelmanson es un economista con 22 años de experiencia en el Fondo, ha trabajado «en una variedad de asuntos a nivel global y regional y de políticas de la institución para economías avanzadas, de bajos ingresos y emergentes», según detalló el FMI tras la designación.
Durante los últimos tres años, el economista se desempeñó como representante permanente del organismo en Turquía.
Kelmanson trabajará de manera directa bajo las órdenes del economista brasileño Ilan Goldfajn, quien la semana pasada asumió como nuevo director para el Hemisferio Occidental en el Fondo Monetario Internacional, cargo que dejó vacante el mexicano Alejandro Werner.