Bajo la consigna “El Cine Imperial es posible”, un nutrido grupo de vecinas y vecinos participaron este lunes por la tarde de la primera reunión informativa para conocer el proyecto que la diputada Mónica Peralta tiene para salvar, a la antigua sala, de la piqueta y el olvido. La palabra circuló entre los casi cuarenta asistentes que respondieron a la convocatoria. Como cierre, una foto conjunta en las puertas del viejo edificio histórico, selló la tarde.
La cita, que será la primera de muchas como anticipó la legisladora durante el encuentro, se realizó en un bar en las inmediaciones del histórico edificio ubicado en Corrientes 425 y contó con la participación de organizadores del Consejo Barrial quienes acompañaron la iniciativa.
Mónica Peralta tiene en su historia haber sido quien, oportunamente, propusiera y lograra que el Estado santafesino comprara el cine El Cairo: “Como autora del proyecto que permitió la expropiación y puesta en valor de aquel espacio como primer cine público de la provincia, reconozco la importancia de estos espacios para nuestra identidad así como para la conservación patrimonial de nuestra historia”, comentó Peralta durante el encuentro.
La propia legisladora del GEN, autora del proyecto de expropiación que ingresó a la Legislatura en febrero pasado, abrió la reunión con un aire de optimismo por la gran convocatoria comentando la experiencia recorrida con la recuperación de El Cairo. “Hay lugares que no se pueden perder”, apuntó al tiempo que comentó que tanto en aquella oportunidad como en ésta nueva lucha, la participación de la comunidad es central: “Allá en el tiempo también parecía difícil pero un grupo de personas comprometidas como ustedes estaban decididos a salvarlo y pudimos trabajar de manera conjunta para lograr lo que hoy conocemos como `cine publicó El Cairo`, y de lo que estamos orgullosos porque fue un trabajo colectivo de la sociedad civil, el municipio, el gobierno provincial y el gobierno nacional. La recuperación de El Cairo fue un ejemplo de trabajo colectivo de articulación política, quizá de los mejores ejemplos que me tocó en la vida cuando todos tiramos para el mismo lado”.
Entre los convocados se encontraban la arquitecta Graciela Vallina de la Secretaría de Planeamiento municipal; el periodista y cinéfilo, Daniel Grecco; el escritor y autor del libro “Los Cines de Rosario”, Sidney Paralieu; la directora del Distrito Centro quien convocó al consejo barrial del distrito Centro, Ayelén Baracat; el crítico cinematográfico Emilio Bellón; la vicepresidenta de la Cámara de empresas productoras de la industria audiovisual de Rosario Florencia Castagnani; representantes de grupos de defensa del patrimonio histórico como “Basta de Demoliciones”, periodistas culturales, cineastas, vecinas y vecinos de la zona. También estuvo Julián Kuri, un joven rosarino que viene recorriendo el país juntando firmas para evitar el peor final.
Una larga lista de personalidades de la cultura también apoyaron la iniciativa que busca salvar al histórico edificio y recuperarlo entre los que están Fito Páez, Rubén Goldín, Coki Debernardi y Litto Nebbia. Además enviaron su apoyo a la iniciativa el músico Adrián Abonizio, el director y autor de teatro, cine y televisión y fundador de Arteón, Néstor Zapata, y el músico Leonel Capitano quien desde Europa donde se encuentra realizando una gira saludó la iniciativa de Peralta destacando que con ella espera “que el espacio pueda recuperarse para la cultura en un momento verdaderamente crítico en materia artística y de espacios en Rosario”.
Hoy, el inmueble donde funcionó el ex Cine Imperial se encuentra vallado, con sus ventanales con los vidrios rotos, mostrando signos de enorme deterioro, y en completo estado de abandono. Según trascendió por información periodística allí se estaría proyectando construir dos torres de viviendas de más de veinte pisos que sumaría más impacto negativo a una zona ya poblada de propiedades en altura. “Podemos despertar un día y ver una sala de proyección, un espacio cultural, que nos encuentre compartiendo debates, interpelando la forma de vida que llevamos, los problemas graves que atravesamos en la ciudad, en la globalización que exacerba las individualidades, o por el contrario que tengamos otro derrumbe que solo ofrezca opciones habitacionales que pocos pueden ocupar”. El impacto no es el mismo. No nos oponemos a los desarrollos urbanísticos pero debemos pensarlos dentro de lo razonable y lo sostenible”, opinó la diputada provincial.
El Imperial fue parte de los años de oro de los cines rosarinos donde llegaron a confluir más de cincuenta de este tipo de espacios a lo largo y ancho de la ciudad. Abrió sus puertas en 1910 en otra dirección y en 1917 se mudó a su última ubicación donde funcionó hasta su cierre en 1987. La venta se produjo recién en diciembre de 2000 a los actuales dueños: González Johansen Inmobiliaria S.A.
“Declararlo de utilidad pública y sujeto a expropiación es el primer paso hacia la necesaria preservación del patrimonio arquitectónico e histórico que se está afectando con el paso del tiempo”, destacó Peralta para quien el lugar debe volver a albergar la realización de actividades artísticas con eje en la experiencia cinematográfica, como lo dejó asentado en el texto normativo.
“La experiencia de El Cairo nos permite ver que, el mismo, posibilitó la experiencia audiovisual a nuevos y diversos públicos, a nuevas propuestas de programación y dispositivos de visualización, buscando la innovación en las lógicas, ejes y contenidos de su programación”, contó Peralta quien indicó que en momentos como los actuales “es importante promover la ejecución de este tipo de espacios que tengan como misión brindar un servicio cultural que haga énfasis en la democratización del acceso a los bienes culturales”.
“El lugar cuenta con relevancia histórica, social y cultural para la ciudadanía rosarina”, dijo Peralta durante el encuentro resaltando que, por sus características arquitectónicas únicas en su tipo con reminiscencia de Art Decó, es fundamental avanzar en su recuperación. Es por eso que, en febrero pasado, la diputada ingresó el proyecto de ley para declararlo de utilidad pública y sujeto a expropiación y así conseguir recuperarlo para los usos que tuvo a partir de 1917 y hasta su cierre a fines de los ochenta, es decir, como una emblemática sala de proyección de películas.
Su proyecto, según indicó la diputada, ya cursa el normal trámite legislativo. Le fueron asignadas tres comisiones para su análisis: Asuntos Comunales, Presupuesto y Hacienda, y Asuntos Constitucionales aunque, extrañamente, no pasará por Cultura. De ser aprobado se girará al Senado para su tratamiento y recién luego, sí es aprobado, se enviará al Poder Ejecutivo para su reglamentación. “Es un largo camino pero estamos dando los pasos correctos y el apoyo de la ciudadanía, como hoy, es fundamental para que este tipo de proyectos triunfen”, resumió la diputada.
“Creemos que el Imperial debe seguir los pasos de El Cairo, un espacio cultural que revitaliza la zona céntrica rosarina con la vista puesta en la memoria colectiva. La provincia debe preservarlo por su identidad y para el uso de la ciudadanía toda de forma plural. Que el público regrese a ver películas es posible”, apuntó.
Y finalizó: “El desarrollo de la cultura debe ir a la par del desarrollo de todas las políticas públicas, invertir y congeniar en un proyecto cultural para todos los sectores sociales es también ocuparnos de la seguridad pública y del futuro y del hacer inmediato de las juventudes que hoy viven en situaciones de extrema vulneración de sus derechos. Queremos más espacios públicos donde compartir las experiencias de vida y las preguntas que necesitamos hacernos como comunidad para construir un futuro mejor”.