Seguramente lo que le tocó vivir el día lunes lo habrá soñado miles de veces mientras crecía tirando gambetas en las escuelas de Adiur. Quizás lo haya imaginado con la casaca de algún cuadro rosarino o argentino, pero no fue así. La coyuntura lo llevó a cristalizar su sueño a más de 12 mil kilómetros de distancia de su tierra.
Matías Nahuel Leiva, o Nahuel como se lo conoce en España, es el protagonista de la historia. Como alguna vez Lionel Messi, Mauro Icardi, Federico Cartabia o Maximiliano Rolón (aún en la Massia del Barcelona); Leiva se fue de Rosario muy chico. Con tan sólo 14 años arribó al Villarreal proveniente de la escuela formativa de Adiur y rápidamente llamó la atención por sus condiciones. A tal punto de pasar a ser una de las “joyas” de la cantera amarilla de cara al futuro.
Ni bien llegó al Submarino Amarillo se incorporó a las filas del equipo B que milita en el Grupo III de la Segunda División B (tercera categoría del fútbol español) y durante la temporada 2012/13 disputó un total de seis partidos (dos de ellos de titular), acumulando 218 minutos.
En tanto el 6 de diciembre de 2012, ante el UD Alzira, marcó a los 91 minutos del encuentro su primer gol en el fútbol español que sirvió para que su equipo gane el partido 2-1. El 19 de enero, por la jornada número 23, en la victoria 3-2 de su equipo ante el CD Llosa, gritó a los tres minutos del segundo tiempo su único tanto en condición de local.
Si bien jugó poco en esa primera campaña, sus actuaciones y sus entrenamientos diarios no hacían más que confirmar la valía del futbolista. Por eso para la 2013/14 y tras ganarse la confianza del entrenador del filial Lluís Planaguma, este le dio un rol totalmente diferente y el rosarino la devolvió y pagó dentro del campo de juego.
En algunas ocasiones (cuatro) arrancó en el banco de suplentes, siempre ingresó para así disputar los primeros 20 partidos que se jugaron en la temporada. Esos 1351 minutos en campo redituaron de gran forma y lo tuvieron anotando 5 tantos (uno al Lleida Esportiu, uno al Atlético Baleares, dos al Ontinyent y uno al Badalona).
Ese gran desempeño despertó el interés de Marcelino, técnico del primer equipo de Villareal, quien no dudó un momento en convocarlo para ocupar un lugar en el banco de suplentes en el duelo que el conjunto amarillo debía mantener en su estadio El Madrigal ante la Real Sociedad por al 19ª jornada de la liga española de Primera División. Pero no conforme con eso, ante un encuentro que se presentó favorable desde el vamos, el DT decidió mandarlo al campo de juego al minuto 65 produciendo su debut en primera con tan sólo 17 años (los cumplió el pasado 22 de noviembre).
Con la casaca número 44, el 13 de enero de 2014 quedará grabado para siempre en su memoria. Fue Moisés Gómez quien le dejó su lugar para que salte por primera vez al campo de juego ante los ojos del fútbol grande. Por ahora, una sustitución común que el tiempo dirá si pasa a ser recordada ante cada gran hecho que la carrera de Matías “Nahuel” Leiva vaya desarrollando.
La gran “joya” del Villarreal tuvo su estreno mayor. Un joven surgido de la cantera de Adiur que transita su carrera lejos de su lugar de origen pero que sueña emparentar en grande el nombre de Rosario a cada una de sus acciones y llevarlo bien alto. Por el momento comenzó su trayecto, ese que lo llevó de Adiur al Madrigal.
“Fue cumplir un sueño”
Tras su presentación con la casaca amarilla del primer equipo del Villarreal, el juvenil Matías “Nahuel” Leiva comentó sus sensaciones: “Fue cumplir un sueño, hacerlo realidad”. Sobre como se sintió a la hora de entrar al campo de juego comentó. “Estaba un poco nervioso por debutar tan joven, pero ahora sólo quiero darles las gracias al equipo como al entrenador por darme esta oportunidad”. Y agregó: “El entrenador me dio tranquilidad y me pidió que lo viviera de una manera natural”. Por último, el rosarino agradeció a su familia “por estar siempre cerca en cada momento. Estos son días especiales para un jugador y compartirlos con ellos es especial”.
