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Leliq: la deuda del Banco Central se duplicó en apenas cuatro meses

Un informe de la Universidad Nacional de Avellaneda señala que la deuda por las letras pasó de 400.000 millones a 850.000 millones. La aceleración del crecimiento de las Leliq es tan grande que ya se renuevan un promedio de 170.000 millones de pesos por semana, un 95% más que al inicio de las Lebacs

Según un informe de la Universidad de Avellaneda (Undav), la deuda del Banco Central por la emisión y renovación de las Letras de Liquidez (Leliq) –con las que absorbe pesos del mercado para contener la cotización del dólar y la inflación–, creció un 98% en menos de cuatro meses, llegando a los 850.000 millones de pesos.

En ese orden, el informe explica que la aceleración del crecimiento de Leliq es tan grande que ya se renuevan un promedio de 170.000 millones de pesos por semana, un 95% más que al inicio del sistema que venía a reemplazar a las fracasadas Lebac.

“Si bien la tasa se redujo levemente, los intereses se siguen acumulando cada día, por lo que en menos de cuatro meses, ya se devengaron intereses por 119.549 millones de pesos para los bancos”.

Asimismo, advierte que si se comparan esos fondos con los egresos destinados a los sectores populares, “se tiene que los intereses por Leliq equivalen a 2,7 millones de salarios mínimos, 3,2 millones de jubilaciones mínimas y 16,5 millones de asignaciones por hijo”.

“Los casi 120.000 millones de pesos pagados a los bancos en intereses superan largamente los presupuestos asignados para programas sociales de relevancia. Por caso, por cada 100 pesos pagados de intereses de Leliq, se tiene un presupuesto de 38 pesos para Ciencia y Técnica, de 20,4 pesos para agua y alcantarillado, de 10,6 pesos para políticas de vacunación, de 10,5 pesos para políticas alimentarias, de 7,4 pesos para industria y de 80 centavos para construcción de jardines, entre otros”, detalla el informe privado.

Al tiempo que agrega la rentabilidad del sistema financiero aumentó 20,1% por sobre la inflación en los primeros 11 meses del año pasado.

En otro orden, señala que a pesar de que el BCRA logró contener la cotización del dólar en el los últimos meses, “está el resurgimiento del carry trade como conducta inversora y especulativa, pero esta vez de una manera más fuerte y persistente: a través de las tasas de interés en torno al 60%”. Son los dólares que se pasan a pesos para aprovechar las altas tasas y luego volver a dólares.

“Un simple plazo fijo online rinde casi un 50% anual, mientras el stock de Leliq en manos de los bancos no para de crecer. Así, la apuesta del gobierno es jugarse todo a la estabilidad cambiaria, hasta que se fidelice el humor de los inversores y se vuelva a reactivar la economía por esa vía”, analiza.

Al mismo tiempo aclara que el costo de la apuesta luce muy alto ya que las altas tasas ahogan la financiación de inversiones y el consumo.

Caída de préstamos

“Los préstamos al sector privado, por ejemplo, cayeron 19,4% en términos reales. Si la situación no se revierte, los problemas para el gobierno aflorarán por otro lado, aún con el dólar planchado, tal como viene sucediendo. Y si la crisis de la economía real se profundiza, tarde o temprano tendrá impacto en la situación financiera, más teniendo en cuenta que estamos en un año electoral”, añade.

En tanto, el destaca que “las altas tasas van acrecentando el stock de inversiones en moneda local, de muy corto plazo para correrse hacia el dólar y la inflación no cede, resurgiendo el problema del atraso cambiario”.

Y concluye al afirmar que si bien el mercado ha evaluado la conveniencia de volver a la bicicleta financiera, “el riesgo de una corrida cambiaria de magnitud no ha cesado”.

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