El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, prometió este lunes que derogará el decreto que generó una reacción que en más de 10 días dejó al menos siete muertos y 1.340 heridos, pero los dirigentes de las organizaciones sociales que llevan adelante la protesta le advirtieron que si no cumple las manifestaciones continuarán.
Moreno emitirá un nuevo decreto en reemplazo del que decidió la eliminación de todos los subsidios a los combustibles, entre otras medidas, al comenzar en la madrugada de ayer el diálogo con los dirigentes sociales, reportaron los diarios El Comercio, El Telégrafo y El Universo, que transmitieron en directo las conversaciones.
Además, propuso que se creen comisiones para trabajar en la elaboración de esa nueva norma, a fin de “canalizar los recursos a quienes los necesitan”, y afirmó que los movimientos indígenas no son responsables de los actos de violencia ocurridos durante las protestas.
Pero si las medidas no son dejadas sin efecto, “seguiremos firmes y unidos” en la protesta, con el “compromiso inclaudicable de defender a nuestro pueblo”, advirtió el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), Jaime Vargas.
“No vamos a negociar esa dignidad, no vamos a negociar a nuestros caídos; esperamos que hoy (por ayer) se encuentre una solución definitiva y duradera”, agregó Vargas, según la agencia de noticias EFE.
En tanto, el representante de la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), Abelardo Granda, pidió a Moreno que derogara el estado de excepción (sitio), que el mandatario impuso el 3 de este mes, con vigencia por 30 días.
Con un minuto de silencio en homenaje a las víctimas de la protesta, el encuentro comenzó casi tres horas después de lo programado, debido a “dificultades operativas”, y se extendió durante cuatro horas, informaron la ONU y la Iglesia católica ecuatoriana, facilitadores de la iniciativa.
De hecho, se efectuó finalmente en la escuela salesiana Cardenal Spellman, en Lumbisi, a unos 30 kilómetros al sudeste de Quito, y no en la Escuela Superior Politécnica del Ejército (Espe), en el este de la capital, donde se había previsto.
Del encuentro con el presidente y otros funcionarios participaron dirigentes de la Conaie, la Fenocin y el Consejo de Pueblos y Organizaciones Indígenas Evangélicos del Ecuador (Feine).
El diálogo tuvo por objeto destrabar la situación generada por las violentas protestas que sucedieron desde comienzo de mes, en rechazo a medidas de ajuste económico dispuestas por el gobierno de Moreno en el contexto de un acuerdo crediticio con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Moreno afirmó que propondrá un bono de 20 dólares mensuales a pagar por las empresas privadas a sus empleados, así como un impuesto a las grandes compañías y la reducción de los sueldos y las vacaciones de los funcionarios públicos, según la agencia Ansa.
Por su lado, la Defensoría del Pueblo elevó este domingo a siete muertos, 1.340 heridos y 1.152 detenidos el saldo de las protestas, en su sexto reporte desde que se iniciaron las manifestaciones callejeras, a comienzos de este mes.
Al margen, en Quito se acentuó el desabastecimiento de productos que ya se notaba desde el viernes, debido al bloqueo de los accesos a la ciudad, y sólo ayer se cancelaron más de 100 vuelos –unos 40 internacionales y más de 60 de cabotaje– en su aeropuerto, según reportó Quiport, la compañía encargada de operarlo.