Por: Gastón Marote/ NA
Leonard John Fraser, conocido en Ingham como «La Bestia», fue un asesino serial australiano que violó y mató a por los menos cuatro niñas y a las cuales les robaba alguna prenda interior que dejaba como «trofeo».
Nacido el 27 de junio de 1951 en Ingham, Queensland, Fraser se convirtió en uno de los homicidas más temerosos de su país.
En 1999 fue enviado a prisión por el secuestro y el asesinato de Kayra Steinhardt, aunque anteriormente ya había visitado cárceles por un secuestro que cometió unos años antes.
Mientras estuvo apresado le imputaron los crímenes de cuatro chicas más, ya que la Policía encontró «trofeos» de sus crímenes en su piso de tres de ellas.
Sin embargo, los investigadores quedaron muy sorprendidos porque hallaron colas de caballo de tres mujeres diferentes, que no se pudieron rastrear a ninguna de sus víctimas conocidas.
Por lo tanto, se creyó que este sujeto pudo haber matado al menos un total de siete mujeres, algo que nunca se le pudo comprobar.
Sin embargo fue exculpado del asesinato de Natasha Ryan, ya que la joven que estaba desaparecida fue encontrada sana y viviendo en el anonimato con su novio después de haber estado sin noticias suyas durante cinco años.
En esa oportunidad, se le atribuyó el crimen porque Fraser había admitido matarla y dio pistas sobre un posible lugar donde estaría el cuerpo, algo que nunca pasó porque ella estaba viva.
En 2003, fue sentenciado a tres cadenas perpetuas por los asesinatos de Beverley Leggo y Sylvia Benedetti, así como la violación de Julie Turner en el área de Rockhampton en 1998 y 1999.
En su juicio, el juez lo definió como un depredador sexual que ponía en riesgo la paz de la comunidad en la que vivía.
Fraser fue trasladado al Wolston Correctional Centre y después de sufrir horribles dolores fue llevado al Princess Alexandra Hospital en Woolloongabba, el 26 de diciembre de 2006.
De esa situación no pudo salir más y finalmente murió de un infarto de miocardio el 1 de enero de 2007.