Nada es más tentador y desafiante para un actor, que entiende que su oficio se construye sobre un permanente tembladeral donde el riesgo es un elemento de trabajo cotidiano, que le propongan un desafío, un nuevo reto que lo corra de sus lugares de comodidad, de ese tránsito donde los personajes se terminan pareciendo demasiado a las personas. Pero de esos actores hay muy pocos, y hay uno, Leonardo Sbaraglia, que a sus 50 años cumple con todos esos requisitos: no sólo es muy bueno en lo suyo y así lo prueba una carrera internacional en permanente crecimiento, sino que además entendió hace mucho tiempo que sin ese riesgo, sin ese abismado salto al vacío, actuar no tendría demasiado sentido.
Fue así que hace algún tiempo, previo a la pandemia, leyó un guión que le acercaron y de inmediato, sin importar nada más, aceptó el reto de ponerle el cuerpo a Santi, el protagonista de Errante corazón, una coproducción argentina de Ruda Cine dirigida por Leonardo Brzezicki, estrenada en octubre del año pasado y disponible en algunas plataformas (HBO Max, MUBI), pero que por estos días se puede ver en Arteón, el Espacio Incaa local de Sarmiento al 700.
Configurado como un drama contemporáneo, el personaje de Sbaraglia, un padre en la mediana edad con una relación compleja con su hija, Laila, poco más que adolescente (la estupenda Miranda de la Serna), que busca desesperadamente saber quién es y qué desea rompiendo así con algunas convenciones, entre nuevos y viejos amores, una vida sexual en el límite del borde y algunas adicciones, arrasa, conmueve, moviliza, se arma y se desarma con una actuación que quizás esté entre lo mejor que hizo en su carrera, porque afronta el personaje con un nivel de entrega, pasión y riesgo infrecuentes, algo atípico y muy descarnado para un actor que algunos podrían considerar “mainstream”, un hecho que lo deja en carne viva, desnudo (literal y metafóricamente), buscando el amor, intentando que lo quieran.
Buscando a Santiago
“Es un personaje que busca, que desea ser querido, en él hay algo de la herida, aparece esta cuestión de aquello que no está resuelto. En relación con la película, podríamos hacer muchas apreciaciones o análisis, pero en definitiva es una historia que está llena de poesía, por eso está bueno no matarla con psicologismos, cosa que podríamos hacer perfectamente y no estoy en contra de eso, todo lo contrario, soy súper pro psicoanálisis”, contó Leonardo Sbaraglia en una entrevista con Radio Nacional Rosario desde España (puntualmente desde Barcelona), donde se encuentra trabajando y adonde viajó, entre otras cosas, para la presentación de la serie de Movistar+ Todos mienten, donde comparte elenco, entre muchos otros, con los también argentinos Juan Diego Botto y Natalia Verbeke, ambos radicados allí hace muchos años.
“Me parece que haber podido hacer Errante corazón fue un gran privilegio más allá de las elecciones que uno hace como actor; cuando aparece una película así es un riego, obviamente, porque yo no conocía a Leo (Brzezicki, el director), no conocía su trabajo. Simplemente me llegó un guión maravilloso y me pareció una hermosa oportunidad para meterme en ese mundo. Pero para meterse en ese mundo, entrar en esa herida de la cual habla la película, hay que hacerlo a pleno, había que jugarse entero y un poco agradecer, porque no siempre te tocan este tipo de películas; muchas veces estamos un poco presos del mercado, presos de aquello que supuestamente le gusta al público, de lo que supuestamente tiene que vender o lo que una serie de supuestos notables tienen que aprobar para salgan los presupuestos para las películas”, dijo el actor sobre su trabajo en el film de cara a un cine de arte o de autor.
Y respecto del mercado local, donde acaba de estrenar con gran repercusión la comedia Hoy se arregla el mundo, dirigida por Ariel Winograd, con quien prepara un nuevo film (El Gerente), sumó: “En ese sentido, estamos un poco presos y atrapados por muchas exigencias y más en un país como en el nuestro, en el que se hace un cine maravilloso, pero al mismo tiempo, muchas veces, muy limitado por los presupuestos. Es una realidad: tenemos un mercado relativamente chico y de alguna manera, aquellas películas que gustan al público pareciera que tienen que tener temáticas y lenguajes más accesibles o más conformables para la gente. Indefectiblemente, los actores también estamos metidos dentro de esa cuestión. Por eso, cuando te toca una película que se sale de la norma y se mete por un resquicio artístico, poético y maravilloso, como es el caso de Errante corazón, te agarrás y no la soltás. Este tipo de trabajos son un riesgo, un arma de doble filo, pero si salen bien, son maravillosos como pasa con Errante…, una película que seguramente nos va a seguir dando muchas alegrías, porque tiene pendiente su estreno acá en España, y siento que va a tener un largo recorrido e incluso va a quedar como un clásico”.
En el tránsito de ponerle el cuerpo a Santiago, un hombre atravesado por un quiebre emocional de varias caras, con un destino incierto donde, a partir de ese caos de noches, encuentros sexuales con otros hombres y fiestas, entre sus lugares de afecto de familia y amigos pero también de descontrol, y un viaje de último momento a Brasil que empieza a poner luz sobre algunas prioridades, sobre algunas decisiones y deseos, Sbaraglia expresó: “Hay veces que uno lo logra más que otras; hay momentos en la vida de un actor en los que no te permitís salirte de ese lugar de una supuesta comodidad, decís «acá me quedo» y tampoco está mal. Pero a mí en particular, y no sé bien porqué, me gusta intentar dar una vuelta por el infierno cada tanto. Me parece que la actuación, la poesía, el arte nos dan esa posibilidad, y mientras yo pueda y tenga las agallas, el coraje y las ganas de aprender, en ese sentido, siempre lo voy a seguir haciendo aunque tenga 90 años. Esperemos que me den el cuerpo, el alma y el coraje, pero insisto con que me siento un actor muy privilegiado por el hecho de que me ofrezcan una película así, porque es una oportunidad enorme que se da muy pocas veces en la carrera”.
En ese recorrido de abrirse a encarar personajes riesgosos, el actor también dio algunas pistas acerca de su composición de Guillermo Coppola en la serie Maradona: Sueño bendito: “Ése también fue un trabajo riesgoso; para hacer a Guillermo también hay que ponerle el cuerpo, picar en punta. Lo pude conocer, me atendió muy amablemente y seguimos en contacto en la actualidad. El vio la serie y salió a apoyarla; creo que es un tipo que entiende muy bien lo que es el negocio del entretenimiento y en ese sentido, tiene un principio de realidad muy claro y creo que ya es tiempo de salirse de las polémicas que se generaron frente al estreno. La serie habla del Diego y es un punto de vista más, es un intento de hablar acerca de la vida de un grandísimo mito que hemos tenido en la Argentina”.
Y con relación a una potencial segunda temporada, según trascendidos, de la serie de Amazon Prime Video, el actor planteó: “Aún no tenemos certezas de una segunda temporada, no hay fechas, no lo sabemos; ojalá se haga”.
Finalmente, Sbaraglia habló del regreso al teatro y de El territorio del poder, espectáculo aún vigente, casi como parte de un repertorio escénico más allá de los años transitados, compartido entre otros con Fernando Tarrés con el que visitó Rosario en varias oportunidades. “Seguimos trabajando y armando algo nuevo con Tarrés y con los músicos al que se está sumando (la actriz y directora) Lorena Vega en la coordinación. Se llama A Pulso, ya hicimos algunas funciones, y si todo está bien, quizás en mayo o junio estemos por Rosario y Santa Fe; por agenda tendría ese tiempo”. Y cerró: “Cada vez que voy a Rosario la paso muy bien, se parece bastante al paraíso; una amiga, Lucía, me llevó en kayak a la isla, vi algunos espectáculos, shows de música, siempre la paso muy bien”.
Para agendar
Errante corazón, de Leonardo Brzezicki, con las actuaciones de Leonardo Sbaraglia, Miranda de la Serna, Eva Llorach, Iván González, Alberto Ajaka, Thalita Carauta y Tuca Andrada se podrá ver en Arteón, Espacio Incaa Rosario de Sarmiento 778, por el momento, este martes 15, a partir de las 19.30.
