Entre reconocimiento y reconocimiento, Agustina Amitrano, jugadora de Belgrano y rosarina por adopción, conversó con El Hincha sobre el reciente campeonato de las Piratas y el tan ansiado ascenso al torneo semiprofesional.
El sábado por la noche, en el estadio Julio César Villagra, se vivió un hecho histórico. Más de 28.000 personas coparon las tribunas para el partido que significó el ascenso de Belgrano a la máxima categoría. Apenas una semana después del equipo masculino, le tocó al femenino. Toda una fiesta pirata.
“A Belgrano le quedaba chico el lugar en el que estaba”, describió la jugadora de 20 años con pasado en Newell’s.
Amitrano es cordobesa de nacimiento, pero a los 6 años se instaló con su madre y hermano en San Jorge, provincia de Santa Fe. Un tiempo después, llegó a Rosario. Hincha de la Lepra y una de las referentas de la institución, a pesar de su corta edad, comenzó a jugar a la pelota en Malvinas con la camiseta rojinegra. Después, junto con el plantel, se mudaron a Bella Vista, su nueva casa. Fue parte del equipo que compitió el año pasado y por primera vez en un torneo de AFA. En la primera prueba que tuvo Belgrano para ascender de la C a la B, Amitrano estuvo en la otra vereda.
“Nosotras sabíamos que Belgrano era el principal candidato. Estuvimos cerca y fue un golpe duro, estaba muy ilusionada, era un sueño porque es la camiseta que amo. Estuvo escrito así, ahora me toca sufrirlo de afuera, me sigo involucrando, ojalá se empiecen a dar los resultados para que le toque ascender”, recordó la cordobesa sobre aquella semifinal entre Newell’s y las Piratas. Para ella, los dos equipos merecían el ascenso.
Después de esa semifinal que se jugó en Rafaela, llegó el llamado de Daniela Díaz, ahora DT de River, para que se sume a Belgrano. En enero se concretó el pase y Amitrano empezó a vestir una camiseta que le es familiar: su papá y muchos de sus familiares son hinchas de Belgrano.
“Desembarcar nuevamente en Córdoba era jugar en el club de los amores de mi papá y volver a convivir con él”, confiesa.
En el club de Alberdi encaró la búsqueda del ascenso al torneo semiprofesional. Y lo consiguió. El Pirata hizo una campaña impecable, terminó invicto y volvió a coronarse campeón. La frutilla del postre fue poder festejarlo en un estadio repleto.
“El finde fue una locura, todo lo que vivimos. A veces nos sentamos después de las prácticas y no lo podemos creer”, contó la ex Newell’s. Es que, a pesar de haber conseguido el objetivo, el plantel continúa entrenando porque aún quedan dos fechas del torneo.
“Nos sorprendemos, pero en parte lo imaginábamos a lo del sábado. Cuando nos tocaba ir al predio, que queda lejos de la ciudad, la gente acompañaba también. En Buenos Aires jugamos un miércoles a las 15 y la gente de la filial fue a alentar”, explicó, y sentenció: “la gente es fiel”.
El ascenso de Belgrano en tan poco tiempo de la C a la A es consecuencia de un trabajo que se viene realizando hace mucho tiempo y que contó con el apoyo institucional del club. “Es genuino”, identificó Amitrano.
“Las categorías menores vienen haciendo un gran trabajo, cuando vamos a entrenar vemos la sub 16 o la reserva. Hay categorías de niñas también. Vienen haciendo un trabajo espectacular. Son jugadoras que el día de mañana van a estar mucho más formadas, el club le da el lugar, les da ropa, tienen el acompañamiento. Se le da mucha atención”, describió.
Lo que viene
“Hay que mantener la estructura, la base. Este equipo demostró con equipos duros, que va a estar a la altura. Nos vamos a preparar para eso. Vamos a pelear”, afirmó Amitrano en referencia a lo que se viene.
Belgrano tendrá su debut el año que viene en el torneo semiprofesional de AFA y será el segundo equipo por fuera de la provincia de Buenos Aires en participar del torneo de Primera.
“Cada vez se van contagiando más los equipos. Talleres viene haciendo una campaña para ascender a la B. Creo que lo hay que lograr es que se federalice más, los equipos estamos, hay un gran nivel. Creo que el interior necesita más equipos en primera”, cerró.
A préstamo en Belgrano, la futbolista que cumplió los sueños familiares y festejó ante un estadio repleto de hinchas, sueña ahora con jugar en el torneo semiprofesional y está cerca de cumplirlo.
