La postal de la cancha de Arsenal vacía fue lamentable. Los hinchas de Newell’s y Central no pudieron viajar a Sarandí para alentar a sus equipos, pero algunos se las ingeniaron para estar presente.
Arriba de un techo, sobre unos tachos y una madera, un grupo de unos seis hinchas de Newell’s pudo ver el partido a la distancia. A unos cien metros de la cancha, este grupo conocido del vecino alentó y aplaudió.
Mientras tanto, cuando los planteles salieron al campo de juego, a varias cuadras de distancia explotó en el aire una gran cantidad de pirotecnia acompañada de humo con los colores azul y amarillo. Sí, también hinchas canallas se hicieorn sentir pese a no estar dentro de la cancha.
En tanto, las autoridades de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte de la Provincia de Buenos Aires mandaron a desalojar a los hinchas leprosos del techo donde estaban ubicados y a sacar a los simpatizantes canallas que estaban sobre las vías del ferrocarril y desde donde lanzaron la pirotecnia.
Así se vivió el Clásico, sin hinchas pero con apoyo a la distancia.