Matías Lequi es uno de los responsables directos del buen momento canalla en el torneo de la B Nacional. Firme en lo suyo, la tarea defensiva, da la sensación de que Lequi es el vocero de Juan Pizzi dentro del campo de juego. Líder indiscutido del equipo, el defensor analizó el feliz presente futbolístico auriazul. Es que a una fecha del cierre de esta primera parte del torneo, Central está segundo en la tabla de posiciones junto a River, a dos puntos del líder Instituto de Córdoba.
Pero además, destacó como logro de este grupo el haber recuperado la imagen de equipo duro jugando en condición de local. “Estoy orgulloso de que los rivales vengan al Gigante y que se metan atrás, que pongan un solo delantero, que no te ataquen”, señaló el Flaco Lequi.
—¿Cierran esta parte del torneo cómo te lo imaginábas cuando empezaron?
—Si me decían que iba a ser así, compraba sin dudarlo. La verdad es que estamos muy bien.
—Llegaron a 30 puntos, lo mismo que tiene River, que en esta fecha perdió con Boca Unidos en Corrientes.
—A mí me hubiera gustado que empaten porque son dos rivales directos. Pero no puedo dejar de ver que quedamos segundos en la tabla. El tema es que, mientras ganemos nosotros, no importa demasiado cómo le vaya a los demás.
—Terminar esta parte del torneo en zona de ascenso directo ahora depende sólo de ustedes.
—Es verdad. Hasta podemos quedar primeros. Sería bárbaro. Pero insisto en que lo más importante es ganar este partido que falta, esta última final del año ante Chacarita.
—Terminaron este tramo del torneo invictos en casa, sumando tres puntos que cotizan un montón.
—Sí, lo veníamos hablando en la semana. Necesitábamos terminar el año ganando de local, para ratificar todo lo bueno que hicimos en el Gigante en lo que va del torneo. Fue un partido muy duro, trabado, cerrado, difícil. Y ganarlo vale doble por el sacrificio que hicimos. El tema es que no pudimos hacer diferencia y terminamos apretados en el marcador, aunque ellos casi no nos generaron jugadas de peligro.
—Lograron hacerse fuertes jugando en condición de local.
—Es lo que nos propusimos cuando empezamos con esto. Sabíamos que para lograr el objetivo será clave sumar mucho de local. Y no hay dudas de que vamos por el buen camino. Nos estamos volviendo a hacer respetar en el Gigante. Los rivales lo sienten, vienen a defenderse, no te regalan nada. Meten un solo punta y saben que los vamos a salir a buscar de entrada.
—¿Se siente orgullo por esto de estar recuperando la imagen de equipo duro jugando como local?
—Seguro. Estoy orgulloso de que los rivales vengan al Gigante y que se metan atrás, que no te ataquen. Lógico que eso me enorgullece.
—¿Qué les está faltando hoy como equipo?
—Nos faltan un montón de cosas. Pero creo que lo principal es saber manejar con criterio la pelota en el segundo tiempo. En las primeras partes hacemos un desgaste muy grande, y generalmente hacemos una diferencia. Por eso creo que tenemos que ser más inteligentes para manejar los segundos tiempos.
—Da la sensación de que la cantidad de puntos que consiguieron hasta ahora en el torneo (NdR: son 30) no se condice con la cantidad de goles que convirtieron (NdR: 18). La falta lo que se llana punch al equipo.
—No sé si lo llamaría falta de punch. Creo que nuestros hombres de ataque hacen un desgaste muy grande para colaborar tanto con la presión como con la recuperación de la pelota. Nos dan una mano a nosotros para defender y ese gasto los deja un poco cansados.