“Hubo un momento del partido que estaba para definirlo, pero nos equivocamos y lo terminamos pagando muy caro”, dijo Matías Lequi, uno de los que dejó más en evidencia su fastidio por los puntos que se le escaparon a Central ante Boca Unidos de Corrientes.
Es que el empate dejó un sabor amargo para los canallas. El hecho de haber dado vuelta el resultado, puso a los auriazules en inmejorable posición para quedarse con los tres puntos. Sin embargo, los correntinos llegaron al empate, terminaron haciendo negocio,, y despojaron a Central de dos puntos que le hubieran permitido alcanzar la cima de la tabla, al menos hasta que hoy juegue Instituto de Córdoba (NdR. lo hará ante Desamparados en San Juan).
—¿Pensás que se pagó muy caro la falta de definición que mostró el equipo?
—No, no solo nos faltó definición. Creo que a la hora de defender, cometimos errores de desconcentración. Por ejemplo, en el segundo gol de ellos, no puede aparecer un jugador rival tan sólo como apareció abierto por la banda derecha, y tener tanta libertad para sacar un centro. Ellos sabían que iban a tener pocas chances, y que las tenían que aprovechar, y así lo hicieron.
—Dio la sensación de que siguieron arriesgando demasiado cuando estaban 2 a 1 arriba en el marcador.
—Pero no sabemos qué hubiera pasado si hacíamos otra cosa. El tema es que nosotros somos un equipo que propone siempre, que sale a buscar en ataque. Lógico que, este vez, tal vez por atacar tanto, terminamos algo expuestos para la contra del rival.
—¿Da más calentura el empate sabiendo que habían hecho algo tan difícil como dar vuelta un resultado?
—A mí me molestó, lógico. Teníamos el partido controlado. O al menos eso era lo que yo sentía dentro de la cancha. Me parecía que ellos no nos podían llegar de ninguna manera. Fue una desconcentración nuestra. Y ese gol con el que nos empataron nos complicó el partido. Pero sabemos que las reglas del juego son así. Llegamos mucho y tuvimos poca efectividad. Ese también fue otro factor para entender el resultado final.
—¿Faltó inteligencia, oficio…?
—Llamalo como quieras. Lo que está caro es que ganábamos 2 a 1 y manejábamos la pelota nosotros. Teníamos volumen de juego y parecía que estábamos para hacer el tercero. Pero después que nos empataron, me parece que sentimos el esfuerzo y se nos hizo cuesta arriba para hacer otro gol. Creo que el golpe fue más sicológico que físico pero, en definitiva, no supimos cómo hacer para convertir un gol más.
—Qué chance que se les escapó, porque ganando alcanzaban a River y a Instituto en la punta.
—Sí, es cierto. Creo que nos hubiera servido mucho para escaparnos un poco de Quilmes. Les hubiéramos sacad tres puntos de ventaja. Pero ahora ya está. Esto no es decisivo. Esto sigue igual, y en la cabeza nuestra no cambió nada.
—¿Fue el partido que más generaron en ataque este año?
—Dentro de la cancha no me dí tanta cuenta. Pero después del partido, hablé con gente que lo vio de afuera y me dijo eso. A lo mejor fue así, generamos bastantes situaciones y forzamos más de diez tiros de esquina (NdR. fueron 12). Lo que pasa es que, desde adentro, era un partido muy complicado como para ponerse a analizar estas cuestiones.
—Quedan 36 puntos en juego, ¿se achica el margen?
—Para nosotros sigue todo igual. Tenemos este jueves un partido muy importante por la Copa Argentina y después, otro partido duro en cancha de Almirante Brown.
—¿Tenés ganas de jugar el partido por la Copa?
—Siempre quiero jugar. Pero el técnico decidirá quiénes saldrán a la cancha ante Vélez. Lo que está claro es que queremos ganar todo lo que jugamos. Esa es la mentalidad de este grupo.