Un joven de 19 años acusado de participar en el homicidio de Rodrigo Jara, ocurrido en enero pasado cuando la víctima se resistió al robo de su moto y recibió un disparo en la cabeza, fue beneficiado con el dictado de falta de mérito y obtuvo la libertad. Según surge de la resolución, las pruebas en su contra no fueron suficientes para llevarlo a juicio. El Pelado, como se lo conoce al acusado, quedó involucrado en el hecho a raíz del testimonio de un adolescente no punible que admitió ser el autor del crimen aunque la única testigo del caso no lo reconoció en rueda de personas. El magistrado a cargo del Juzgado de Instrucción de la 13ª Nominación, Gustavo Pérez de Urrechu, refirió en el fallo que la única prueba de cargo contra el sospechoso son las declaraciones prestadas por el menor de 14 años y en las particulares circunstancias de la causa no puede otorgarse un valor probatorio exclusivo a la versión del hecho brindada por otro imputado.
Rodrigo Fernando Jara tenía 22 años y trabajaba de vigilador privado. La noche del 28 de enero pasado se encontraba junto a su novia Laura, de 16 años, en una plaza ubicada en Teniente Agneta y Urquiza –detrás del complejo de cine Village– lugar al que habían llegado en la moto Honda Storm 150 de Jara, que estaba estacionada a los pocos metros.
En esas circunstancias la pareja fue sorprendida por dos jóvenes armados que apuntaron a las víctimas y les pidieron las llaves de la motocicleta. Según la pesquisa, el vigilador se resistió al robo y uno de los asaltantes le efectuó un disparo que le impactó en la cabeza y lo dejó en estado desesperante. Los ladrones se escaparon en el vehículo y la víctima fue trasladada al Hospital Clemente Álvarez, donde falleció dos días después.
De la investigación surgieron los apodados Eze y Pela como presuntos autores del robo que terminó con la muerte del motociclista. El primero de ellos fue hallado en la casa de su abuela luego que un familiar indicara su paradero. El adolescente de 14 años, que es no punible, admitió su participación en el hecho y la autoría del disparo que terminó con la vida de Jara, aunque aseguró que el balazo fue accidental. El chico sostuvo que participó del atraco junto al Pelado o Pela, quien le dio el arma y se llevó la moto de la víctima.
Unas horas después los investigadores dieron con Martín A., alias Pelado o Pela, quien quedó imputado de los delitos de homicidio triplemente agravado por su comisión criminis causa, uso de arma de fuego y la participación de un menor; robo doblemente agravado por uso de arma de fuego y participación de un menor, y portación de arma de fuego.
La instrucción
Durante la instrucción la novia de Jara realizó un señalamiento fotográfico donde apuntó a dos jóvenes diferentes a los detenidos y luego participó de una rueda de reconocimiento donde señaló en forma dubitativa al acusado para luego sostener que era otro de los participantes de la rueda el autor del hecho.
Ante esto, la defensa del Pelado pidió su liberación por falta de mérito. Al valorar las pruebas, el juez Gustavo Pérez de Urrechu sostuvo que el reconocimiento efectuado por la testigo presencial del hecho dio resultado negativo, y que la única prueba de cargo contra el acusado era la declaración de Eze, cuyos dichos tienen algunas contradicciones y no resultaba suficiente para afectar el estado de inocencia del imputado. Con este argumento el magistrado dispuso el dictado de falta de mérito para el Pelado.