Los dos colectiveros que habían sido arrestados por agredir al ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, fueron liberados, tras lo cual se levantó el paro de varias líneas del oeste bonaerense.
José G. y Jorge Z. quedaron en libertad, aunque seguirá el proceso judicial, luego de haberse presentado en la fiscalía ubicada en Paseo Colón al 1300, en la Ciudad de Buenos Aires, aunque «se negaron a declarar», de acuerdo a lo expresado por el abogado Silvio Piornio.
Los dos trabajadores habían sido aprehendidos por la agresión contra Berni, en medio de los incidentes que se produjeron el lunes pasado, tras el asesinato de su compañer Daniel Barrientos.
Luego de la liberación, el abogado señaló que «el delito que se les imputa era excarcelable, por eso pudieron salir, y además no había antecedentes penales».
«Evidentemente, los dos estaban sobrepasados, afectados porque habían perdido un compañero de trabajo. No es fácil trabajar en las condiciones en las que lo hacen ellos, la delincuencia está muy violenta actualmente», subrayó Piornio, en declaraciones al canal Crónica TV.
Además, el letrado consideró que «no hubo atentado», como deslizaron algunos funcionarios del gobierno, como el mismo Berni y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, en referencia al episodio que derivó en la muerte de Barrientos.
Durante la jornada se paralizó el servicio de las empresas Almafuerte, con las líneas 622, 218, 325 y 284, y las de Nueva Ideal, 620, en la que trabajaba Barrientos, y 382.
El malestar de los choferes no fue solo por la detención de Galiano y Zerda, sino también por los procedimientos que se realizaron en las sedes de Almafuerte, en Isidro Casanova, y Nuevo Ideal, en Lomas del Mirador, en el que agentes judiciales y policiales se llevaron legajos de trabajadores, según alegaron.
El lunes pasado, poco antes de las 5, dos delincuentes asaltaron el colectivo de la línea 620 que conducía Barrientos, de 55 años, por el barrio El Pino, de Virrey del Pino y asesinaron de un tiro en el pecho al chofer.
Por el hecho hay dos detenidos: Gabriel Alejandro Barone, de 24 años, y Alex Gabriel Barone, de 19, que investigadores extraoficialmente vinculan como primos, aunque sus familias lo niegan.