Luego de pasar cinco meses detenido por una causa teñida de irregularidades en el accionar policial, Milton César, acusado de resistencia a la autoridad y portación de arma de fuego, salió de la cárcel con una sustitución de prisión preventiva otorgada por el mismo juez que hace un mes lo procesó, Luis María Caterina. El muchacho, de tan sólo 22 años, carga con más menciones en las crónicas policiales que en los expedientes judiciales ya que desde muy pibe se le achacan delitos violentos por los que nunca fue encausado. El último fue nada menos que el crimen de Claudio “Pájaro” Cantero, muerto a fines de mayo pasado, hecho que desató en pocas horas una cadena de asesinatos en cuya nómina figuran el hermano y la madre de Milton.
“Fue una pelea dura”, dijo ayer su abogado defensor, Mariano Scaglia, en relación a la sustitución de prisión preventiva que consiguió para su cliente, que continúa procesado por tenencia de arma de uso civil, resistencia a la autoridad y amenazas calificadas.
En tanto el expediente se eleva a la Cámara Penal para que se expida sobre la cuestión de fondo, el abogado consiguió que el juez Luis María Caterina acepte una lista de medidas para atenuar la prisión, figura prevista en el nuevo código procesal penal.
Entre otras cosas, el letrado mencionó que Milton se someterá a un cambio de domicilio para sacarlo del entorno de zona sur, asistirá a un taller de carpintería de aluminio con el padre Edgardo Montaldo en barrio Ludueña, su mujer será la fiadora de su tutela para que se presente con regularidad en los tribunales y comenzará un tratamiento psicológico para elaborar el duelo por la muerte de su hermano y su madre ya que ni siquiera le permitieron asistir al entierro cuando se encontraba detenido.
Para Scaglia, al igual que otros dos abogados que defendieron a Milton con anterioridad, el joven quedó detenido por “portación de apellido”, tras un sospechoso accionar de la comisaría 16ª, avalado por la desesperación de las autoridades en su afán de frenar la ola de violencia que azotó a la ciudad desde fines de mayo pasado, tras el crimen de Cantero.
Por eso sostuvo que “se violaron todas las garantías individuales” ya que la Policía “violó las normas del código de procesamiento al realizar la presunta requisa en la que se incautó un arma, sin la presencia de testigos, irregularidad que fue avalada por la Justicia”. En ese sentido, Scaglia aclaró que “técnicamente César no tenía mérito para estar detenido y que si se llamara Juan Pérez no hubiera habido problemas”.
Desde menor, Milton estuvo mencionado en más de una causa de sangre y hasta se llegó a decir que cuando un hecho contaba con demasiada trascendencia pública lo más fácil era achacárselo a él, como ocurrió en el otoño de 2011 al ser acusado de robarle el vehículo oficial al entonces ministro de Justicia, Héctor Superti. Por ese hecho salió con falta de mérito, al igual que por dos homicidios en Tablada o las menciones de la familia del barra brava de Newell’s, Roberto “Pimpi” Camino, sobre ataques a viviendas y vehículos de sus hermanos.
Pero su paso por las crónicas policiales se volvió trágico las horas siguientes al asesinato del líder de la banda Los Monos, Claudio “Pájaro” Cantero, hecho por el cual también fue sindicado y luego desvinculado, con una saga de crímenes violentos que ensangrentaron las calles rosarinas.
Ocurrió a fines de mayo pasado, cuando la camioneta Nissan 4×4 en la que viajaba parte de la familia de César se detuvo en Acevedo y avenida Francia y fue blanco de un descomunal ataque a balazos.
Eran casi las 17 y los más de 30 plomos descargados por cuatro motociclistas terminaron con la vida de Marcelo Alomar, amigo de Milton y conductor del rodado; de Nahuel César, su hermano de 26 años al que, se especula, confundieron con él; y su madre Norma, de 49 años, que quedó cuadripléjica y falleció a fines de noviembre pasado. También resultó herido su padrastro, Claudio Hernández, mientras que sus dos medio hermanos de 7 y 10 años resultaron ilesos.
Por entonces, Milton era requerido por la Justicia, que le achacaba, entre otras causas, su participación en el crimen del Pájaro y de su cuñado, Martín “Fantasma” Paz, perpetrado en septiembre de 2012. En ese contexto tuvo su primera aparición pública al ponerse a disposición de la Justicia a través de un programa radial en el que confesó que pedían medio millón de pesos por su cabeza y en donde dijo que no se entregaba a la Policía porque lo querían “engarronar”. Días después fue detenido y recuperó la libertad, hasta principios de octubre pasado que fue detenido por efectivos de la seccional 16ª.