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Lichi: el influencer de la identidad

Lisandro Ruiz Díaz es músico y comunicador. Tiene un canal de Youtube con más de 85 mil suscriptores donde todos los martes entrevista a personas que se identifican de distintas maneras dentro del espectro LGBTIQ+: lxs Hijxs del Closet, “gente que tuvo que rearmarse, redescubrirse y reentenderse”

“La gente siempre cree que el closet es un lugar de donde salís porque te metiste. Y no. Salís porque te metieron, no voluntariamente y con maldad, o quizá sí. Es un lugar donde uno se esconde, es un escondite para no molestar. Uno no se mete en el closet, sino que mete en el closet las cosas de uno que molestan. No meto en el closet que estudio ingeniería, no meto en el closet que me gusta La Renga. Meto en el closet que me gustan los chicos. Porque ese es el dato que molesta, o que sé que causa un problema en los demás. Causa una chispa o un choque. Una ruptura. Y no tengo ganas de lidiar con eso. Y el día que estoy harto de no poder sacar eso, o que me chupa un huevo lo que digan los demás, ese es el día que salís del clóset. El día que ya no podés o no querés más disimular esa cosa”, dice Lichi a La Cazadora.

Lichi es Lisandro Ruiz Díaz. Tiene 29 años y nació en Rafaela, al norte de la provincia de Santa Fe. Vivió más de una década en Rosario y, en medio de la pandemia, se instaló en Buenos Aires. Lichi es músico y comunicador. Tiene más de 85 mil suscriptores en su canal de Youtube, casi 11 mil seguidores en Twitch y más de 46 mil en Instagram. Fue su mamá, en uno de sus videos, quien lo definió como un “influencer de la identidad”. Y por ahí va la cosa.

Desde su canal de Youtube, Lichi analiza a Lichi: un chico que primero se definió como “gay”; después se definió como “gay, pero…”, porque también se sintió atraído por chicas; se consideró como parte del espectro de la asexualidad al entenderse “grisexual” y que hoy se define, en resumidas cuentas, como “panromántico y demisexual”. No vamos a detenernos en definir estas identidades. Para eso está el contenido de Lichi y seguramente otros incontables recovecos de la internet.

“Yo en mis videos hablaba mucho de mí. Y en un momento me di cuenta de que a la gente le re servía que yo hablara en primera persona, que contara mi experiencia: cómo me había dado cuenta de las cosas, a qué conclusiones había llegado, las paredes que me había chocado. Ese hacer público este proceso por el cual fui entendiendo las cosas que entendí, o haciéndome preguntas que me hice”, analiza. Para Lichi, la gente que llega a su contenido en Youtube es gente que está haciéndose esas preguntas.

“Mi historia terminaba siendo una herramienta para alguien. Entonces, pensé que podía traer a más personas para que cuenten su historia, esa parte de su historia que los llevó a entender quiénes son hoy y cómo llegaron hasta eso. Porque no es decir: soy gay, y ya está. Es todo un recorrido. Ir, volver, darse cuenta de cosas, chocarse contra algo, dar la vuelta. Es muy complejo”.

Ese fue el germen de lo que hoy es Hijxs del Closet: un ciclo dentro de su canal de Youtube en el que todos los martes Lichi entrevista a personas que se identifican de distintas maneras dentro del espectro LGTBIQ+.

 

Hijxs del Closet

“Lxs hijxs del closet son personas que en algún momento tuvieron que descubrir algo sobre ellas mismas. Tuvieron que descubrirlo y aceptarlo. Tuvieron que entenderlo y tuvieron que aprender a comunicarlo al resto. Es gente que tuvo que pasar por todo ese proceso de armarse, construirse con ladrillitos a sí misma, para entender quién era”, explica Lichi. 

“En los videos casi todos dicen lo mismo: «Yo era un niño feliz que entendía todo sobre mí. Después vino alguien y me dijo: ‘no, así no’. Y entonces tuve que hacerme una bolita. Y tardé años en descubrir lo que ya sabía desde el principio». Es como que uno descubre, no quién es, sino quien siempre fue. Te metiste algunas cosas en el bolsillo para no molestar. Esos son lxs hijxs del closet. Gente que tiene que rearmarse, redescubrirse y reentenderse, porque el mundo les dijo en algún momento que algo de lo que eran estaba mal, y tuvieron que guardarlo”.

Eso que “tuvieron que esconder para no molestar”, tiene una explicación desde la teoría: es aquello que escapa a la alonorma. La alonorma es la normativa sexual que una sociedad lleva implícita. No está escrita en ningún lado, pero todxs la conocen: ser cis y heterosexual, eso es lo que indica. Todo lo que escape de ella, es anormal. Y, bien sabemos, a lo anormal mejor esconderlo del resto. Y si se puede, de uno mismo también. ¿Dónde? En el armario, en sus estantes y cajoncitos; o adentro de una caja bien, bien cerrada al fondo del closet.

“¿Quién sos en el vasto mundo de la comunidad LGBT?”. Esa es la primera pregunta en cada uno de los episodios de Hijxs del Closet. Mostra, señor trolo, trolo bisexual, mujer masculina lebiana, mujer trans afro, hombre trans bisexual, mujer gorda bisexual poliamorosa, lesbiano, persona no binaria, piba o femeneidad trans, tremento puto. Esas son algunas de las respuestas de lxs invitadxs.

“En una época estaba obsesionado con encontrar palabritas nuevas que definieran identidades, encontrar cajoncitos nuevos”, dice Lichi. “Yo quería conocer todas las palabritas. Después me di cuenta que no hay idioma en este mundo, no hay un lenguaje posible para el cerebro humano que pueda explicar exactamente lo que le pasa a todas las personas. Por más que haya dos personas que se identifican con la misma palabrita, aún así en cada persona esa palabrita significa algo distinto, funciona distinto. Es una cuestión de entender que no podemos medir los sentimientos, los intereses, las atracciones, el amor, la forma en la que la gente puede o quiere vincularse. No se puede medir, no se puede catalogar tan fácil, porque tengo que catalogarlo según cada persona que está en este mundo. Es una cuestión más de espectro”, analiza. De ahí la diversidad de formas de definirse dentro de la diversidad.

Lichi dice que quiere “mostrar las infinitas formas en las que se puede ser un ser humano en este mundo, incluso más allá de lo LGBT. Celebrar la diversidad en todos los sentidos. Para celebrarla, para entender lo diverso que es el mundo, hay que visibilizar esas cosas que existen, que la gente entienda a las distintas identidades no como algo raro, sino como algo que pasa. Estamos muy acostumbrados a decir que está lo normal, lo principal, y las variantes, las alternativas a la principal. Y para mí son todas alternativas y punto. O son todas principales, son todas normales”. 

“Hay algo que dijo mi papá en el podcast sobre salud mental que estoy haciendo con él: Mientras menos la sociedad señale con el dedo cosas que les parecen raras, más corta es la lista de enfermedades psicológicas. Pasa lo mismo con lo LGBT. La cantidad de nombres, subnombres y etiquetas que hay para las cosas es porque hay alguien diciendo «che, eso es rarísimo». Pero si todo es normal, desaparece todo. Es la vida, y punto”, analiza.

En uno de los episodios de Hijxs del Closet, Lichi jugó el juego a la inversa: invitó a un entrevistador y él fue el entrevistado. “Este Lichi es el resultado de múltiples Lichis que fueron mutando hasta llegar al próximo Lichi, que no es el Lichi definitivo. Lichi es una persona que buscó y encontró, y no por eso dejó de buscar”. Un Lichi en construcción y deconstrucción permanente que invita a recorrer ese mismo camino: el de salir de la oscuridad y encontrar el color propio. 

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