Lorenzo Damiano es, o era, el líder de uno de los movimientos No Vax antivacunas contra el covid-19 en Italia: se infectó con el virus, tuvo que ser internado y con la evidencia en primera persona cambió de opinión después de haber promovido la desobediencia a las medidas sanitarias por la pandemia. La ciencia «cura y salva», dijo, y admitiò que, en cuanto pueda, se vacunará.
«Claramente, mi visión ha cambiado, estoy listo para decirle al mundo lo importante que es seguir colectivamente la ciencia, la que te cura y te salva», admitió Damiano, de 56 años, que este jueves iba a ser dado de alta tras una semana de internación. «Ponte esta vacuna porque te salva la vida», insistió a la par de agradecer a los médicos y trabajadores de la salud del hospital Vittorio Veneto, donde fue ingresado por complicaciones de la enfermedad.
Además de antivacunas y ferviente religioso, Damiano es un ultraderechista teorizador del Nuevo Orden Mundial que, asegura, promueve China. En las elecciones de septiembre pasado, encabezó la lista «Nuremberg 2» a la alcaldía de su ciudad, Conegliano. Y durante la campaña electoral organizó encuentros públicos con negacionistas, opuestos a las vacunas y al Green Pass (pasaporte verde o pasaporte covid).
En una de varias entrevistas, incluso, negó ser antivacuna: «Rechazo esta definición. Defendemos la libertad de elección y todas las libertades. Aunque hay que decir que lo que inyectan no es una vacuna, sino un suero. Es una cosa bien conocida. Freddie Mercury, a quien tuve la suerte de conocer, murió de VIH. Han pasado 30 años y todavía no han encontrado una vacuna, ¿y aquí en dos años, sí? ¿Quién lo cree?».
Tercera dosis y fiestas para contagiarse
Italia comenzó este miércoles a administrar la dosis de refuerzo de vacunas contra el covid-19 a los mayores de 18 años. El 87,4 por ciento de los italianos mayores de 12 cuenta con al menos una dosis, mientras que el 84,5 por ciento tiene la pauta completa de vacunación contra la enfermedad, de acuerdo con los datos del Ministerio de Salud italiano.
En paralelo, la Fiscalía de Bolzano, en el norte del país, abrió una investigación sobre las llamadas «corona-fiestas», una práctica para contagiarse del coronavirus con la intención de superar la enfermedad y poder obtener el certificado sanitario sin vacunarse.
Son fiestas privadas en las que al menos uno de los participantes es portador del virus. Comenzaron a organizarse en la región de Alto Adige, una de las que tiene hoy las cifras más altas de contagios del virus y donde está muy arraigada la oposición a las vacunas entre la comunidad de lengua alemana, según medios locales.
