La Argentina es líder en el desarrollo de biotecnología entre los países latinoamericanos y otras economías emergentes, incluso por encima de Brasil, y tiene además un gran potencial para desarrollar soluciones en el área de salud y de producción de alimentos.
“Ni Nueva Zelanda, ni China, ni India tienen mayor desarrollo que la Argentina” en esta materia, afirmó el presidente del Foro Argentino de Biotecnología (FAB) y de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Empresas Biotecnológicas (Felaeb), Marcelo Argüelles.
En el país existen actualmente un centenar de empresas que se dedican al desarrollo de productos biotecnológicos con una inversión aproximada de 75 millones de pesos por año. Incluso algunas grandes empresas llegan a exportar hasta el 75 por ciento de su producción.
Argüelles explicó que en la Argentina “hay un alto nivel de desarrollo porque el país ha tenido sustrato de universidades con personal capacitado internamente”, y aseguró que con el impulso de la inversión esta actividad “tiene que ser un boom”.
Así lo afirmó al presentar el IX Feria-Congreso Latinoamericano y IV Congreso Argentino de Biotecnología, Biolatina 2010, que se llevará a cabo entre los días 18 y 20 de octubre en la sede de la Universidad Argentina de la Empresa (Uade), en la ciudad de Buenos Aires. Allí participarán los ministros de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao; de Industria, Débora Giorgi, y se espera el anuncio de la reglamentación de la ley de Promoción de la Biotecnología, que se promulgó en agosto de 2007.
El proyecto utiliza una serie de mecanismos fiscales para el estímulo de esta rama de la ciencia y “crea un fondo para ayudar a start ups y pymes, explicó Juan Dellacha, director científico del Foro.
“Hoy en la Argentina hay una visión puesta en acompañar el desarrollo biotecnológico. Se ha entendido su trascendencia y hay un fuerte acompañamiento no sólo en salud sino también en el agro”, observó Argüelles al valorar el apoyo brindado desde el sector público.
Dijo además que “el país va teniendo un rumbo macroeconómico sólido” y aseguró que “hay por parte de los empresarios una voluntad de invertir en biotecnología”, al tiempo que advirtió la necesidad de “un marco más sólido para la inserción en el mundo” y “estructuras de promoción, de financiamiento y también legales”.
“El potencial que tiene el país para el desarrollo de la biotecnología es realmente importante en salud y sobre todo en agrobiotecnología; la agrobiotecnología ofrece soluciones a la salud animal y también para la producción de alimentos”, señaló.
El desarrollo de la biotecnología en la Argentina comenzó en la década del 80, y en 1982 el gobierno nacional lanzó el Programa Nacional de Biotecnología e implementó programas de cooperación con países industrializados, incluyendo a Brasil.
El sector ofrece empleo directo a más de 5.000 personas altamente capacitadas, el 12 por ciento de las cuales se dedica a la investigación y desarrollo.
Desde la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica se brinda apoyo al sector a través del Fondo para la Investigación Científica (Foncyt) y el Fondo Tecnológico Argentino (Fontar).
