Gobiernos del mundo y hasta el Vaticano mostraron hoy su pesar por la muerte del presidente polaco, Lech Kaczynsky, en un accidente aéreo junto a otras 94 personas en su llegada a Rusia.
El Primer Ministro ruso, Vladimir Putin, dijo hoy que «nunca había pasado algo similar» al accidente aéreo en el que murió el presidente polaco.
Putin, junto a su par polaco, Donald Tusk, se dirigía hacia la ciudad rusa de Somolensk, donde ocurrió el siniestro.
La Casa Blanca también expresó sus lamentos por lo que calificó como «una terrible tragedia para Polonia», según declaró el vocero del Departamento de Estado norteamericano, Philip Crowley.
A su vez, el Papa Benedicto XVI emitió un telegrama en el que expresaba su «profundo dolor» y en el que entregó «una bendición especial de Dios omnipotente».
En el telegrama enviado al Presidente del Parlamento polaco, el Papa dijo que confiaba a «todas las víctimas de este incidente dramático, a los parlamentarios, los políticos, los representantes del ejército y de las familias de las víctimas de Katyn, a todas las personas, a la bondad de Dios misericordioso».
También el presidente checo, Vaclav Klaus, aliado del fallecido mandatario, se mostró hoy «conmocionado y entristecido». «Personalmente perdí a un auténtico amigo, es una pérdida horrible e inmensa», dijo ante periodistas en declaraciones emitidas por televisión.
En este sentido se mostró el jefe de Estado de Eslovaquia, Ivan Gasparovic, quien expresó sus condolencias y su conmoción por la muerte de su «buen amigo y amigo de Eslovaquia».
España, en la voz del presidente del gobierno, José Luis Zapatero, trasladó su «más sentido pésame». «A todo el Gobierno de Polonia y a sus instituciones mi solidaridad en estos momentos de pérdida irreparable de la figura de su presidente», afirmó el documento.
Kaczynski viajaba a Rusia para participar en la conmemoración de la masacre de oficiales e intelectuales polacos por parte del servicio secreto soviético hace 70 años en la ciudad de Katyn.