El gobernador Miguel Lifschitz le puso fecha de inicio al proceso de reforma constitucional: el lunes 22 de agosto presentará el plan de trabajo para lo que resta del año. Para ello, la semana próxima consultará por escrito a una veintena de constitucionalistas: “Les pediremos una opinión sobre distintos tópicos de la reforma”. Luego se lanzarán las convocatorias a instituciones y académicos y comenzarán las consultas formales con los partidos políticos. El proyecto incluye cambios electorales, como el voto electrónico y la posibilidad de reelección.
El lunes, Lifschitz planteó el tema de la reforma en la reunión de gabinete y ayer, en diálogo con la prensa en Santa Fe, ratificó que es una de las metas de su mandato. “Hay un plan de trabajo y vamos a iniciar una consulta con entre 15 y 20 constitucionalistas. Será una consulta escrita donde le pediremos una opinión sobre distintos tópicos de la reforma. Después, vamos a iniciar convocatorias con instituciones y académicos y prevemos para el 22 de agosto hacer la presentación del plan general de trabajo para lo que resta del año”, señaló.
El gobierno no tiene un paquete cerrado de cambios, sino que lo irá construyendo en los distintos foros y reuniones. En principio, el gobernador planteó una reforma electoral –con la posibilidad de incluir la boleta única digital– y dijo no tener opinión formada sobre su propia reelección, aunque dio algunas pistas: “Una reelección es una buena receta que funciona en el país y en otros lugares. Cuatro años sin reelección también es una buena receta, tiene otras ventajas. La desventaja es que el tiempo es muy corto”.
Además, remarcó: “En las conversaciones que hemos tenido con los legisladores, en la mayoría hubo una mirada positiva por primera vez”.
Los cambios a debatir se irán puliendo en el proceso de consulta: “Queremos abrir un debate ciudadano; hay que instalar los temas y si arrancamos con un proyecto ya elaborado, coartamos la posibilidad del debate público, así que vamos a arrancar sugiriendo diferentes temas y proponiendo debates con la sociedad civil. No tengo dudas de que va a ser un proceso exitoso con mucha participación ciudadana”, sostuvo Lifschitz.
En busca de consensos
Si bien el mandatario entiende que es clave la participación civil, el escollo más duro será lograr consenso político. Para aprobar la convocatoria, el gobierno necesita mayoría especial de la Legislatura y hoy no la tiene (el Senado está controlado por el PJ).
“Esto no tiene que surgir de un acuerdo político –explicó Lifschitz–, aunque obviamente eso es necesario. Pero no debe quedar reducido sólo a un acuerdo de dirigentes y partidos. Queremos que tenga sustento en el debate social”.
La ronda de consultas políticas comenzará con las fuerzas que integran el Frente Progresista. “Allí tenemos un primer nivel de consenso que lograr. Si bien ya hay una base de conversación que venimos sosteniendo, hay que seguir trabajándolo. Y después, obviamente, con el resto de los partidos”, indicó el gobernador.
El primer mensaje fue hacia su propio partido: “Los socialistas siempre hemos sido reformistas y no podemos dejar de serlo ahora. No puede haber un solo socialista que no esté de acuerdo”.
Dentro del oficialismo, Lifschitz deberá también lograr el apoyo de la UCR. Los sectores MAR y NEO están de acuerdo; no así el Grupo Universidad comandado por el intendente santafesino y presidente del radicalismo nacional José Corral. “Ya lo conversamos con Corral –dijo el gobernador–. Estuvimos reunidos y no hay discusión sobre la necesidad de la reforma. En eso estamos todos de acuerdo. Hay alguna diferencia de apreciación respecto de los tiempos, en cuanto a si hay que apurarla o trabajarla más, o si el año que viene, que es electoral, es pertinente para avanzar con el tema. En eso sí hay distintas opiniones”.
El PJ aún no tiene opinión
“No tenemos una posición tomada como partido porque no hemos sido convocados aún”, sostuvo ayer el presidente del PJ provincial, Ricardo Olivera, sobre la reforma constitucional que promueve el gobierno provincial. Y agregó: “De todos modos, nosotros siempre estuvimos a favor, desde el gobierno de Jorge Obeid que fue el primero en plantear la reforma”.
“Podemos a llegar a acompañar en la medida en que se den algunas condiciones”, planteó Olivera. “Si la reforma se limita a discutir la reelección de Lifschitz, nos estamos equivocando. La Constitución no es para los dirigentes políticos; le tiene que servir a la gente”. Y diferenció: “Si se consultan a las ONG, a las asociaciones civiles, estaríamos de acuerdo. Pero aún no tenemos una posición tomada como partido”.
