A más de cinco meses de asumir, el gobernador electo Miguel Lifschitz ya piensa en hacer cambios en las empresas públicas de servicios. Entre otros puntos, en lo referido a la gestión de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), el actual senador pretende una mejor relación con los inversores privados. Y en cuanto a Aguas Santafesinas SA (Assa), el dirigente socialista buscará darle mayor responsabilidad a los municipios.
“Vamos a cambiar la impronta que tiene la EPE, que trata a los inversores privados como si fueran una molestia”, sostuvo Lifschitz en una entrevista con la revista Punto Biz, que publicará en su próxima edición un informe sobre el plan económico del gobernador electo el pasado 14 de junio.
Lifschitz pretende cambiar los procedimientos y modernizar los reglamentos internos de la EPE. “Hay que ser más proactivo”, definió. “No puede ser que a alguien que viene a invertir cinco millones para levantar una fábrica o mudarse a un parque industrial venga la EPE y le pida tres millones para hacer la extensión de la red. La EPE tiene que ser más socia de los proyectos de inversión y no una carga”.
De acuerdo al análisis que hizo el nuevo gobernador, en la empresa “hay mucha rigidez”, por lo cual anticipó si intención de “revisar las exigencias y buscar fórmulas que hagan compartir esfuerzos” entre el sector público y el privado. Según Lifschitz, la idea de introducir cambios en la EPE surgió durante sus recorridas de campaña, en las que recogió un reclamo unánime de parte de los empresarios de toda la provincia.
“Nadie puede negar que la EPE mejoró mucho su nivel de prestación de servicios a fuerza de un fuerte aumento de sus inversiones”, agregó Lifschitz. “Y es por eso que se redujo la cantidad de cortes de luz en el verano pese a que la demanda aumenta año a año de manera exponencial. Pero hay que hacer cambios muy importantes en la EPE. Y cuando asumamos, vamos a encarar esos cambios de fondo en la forma en que se conduce internamente, porque hay cosas que no pueden seguir así”.
Según el gobernador electo, el problema con la EPE es que “es una empresa que mira hacia adentro en vez de mirar hacia afuera”. Por eso Lifschitz señaló que “hay que repensar su estructura como empresa pública porque siempre fue una empresa alambrada por la línea gerencial y el gremio, entonces pasan los gobiernos y son siempre los mismos los que la manejan y dictan sus reglamentos internos”.
En cuanto a Assa, el ex intendente dijo que si hay municipios que quieren asumir más responsabilidad, él es partidario de avanzar por ese lado. De momento, la empresa pública presta servicios en 15 de las 51 ciudades de la provincia, las más grandes.
Más poderío territorial
Miguel Lifschitz remarcó el poderío territorial del Frente Progresista en las últimas elecciones: “Seguimos gobernando las dos ciudades más importantes de la provincia y 170 municipios y comunas, tenemos mayoría en la Cámara de Diputados y un Senado que conozco bien porque los integrantes serán casi los mismos que están hoy. Vamos a tratar de tener un vínculo muy aceitado con la Legislatura, tenemos que aprovechar esta situación”. Para el gobernador electo, es un hecho que el actual mandatario Antonio Bonfatti será el próximo presidente de la Cámara de Diputados. “Hay una posibilidad de sintonía”, se entusiasmó el ex intendente y actual senador provincial.
Pide “rever el régimen de retenciones” al agro
El gobernador electo de Santa Fe, Miguel Lifschitz, solicitó ayer al gobierno nacional “rever el régimen de retenciones” al agro y aseguró que la provincia debe “asumir la representación de los productores”.
En una entrevista con Infocampo TV Online, se refirió a la relación con la Nación y el impacto de las retenciones y permisos de exportación sobre la economía provincial.
“Tenemos que asumir la representación de nuestros productores agropecuarios frente al futuro gobierno y plantear las exigencia con firmeza y claridad”, dijo Lifschitz.
Entre los principales planteos, destacó la necesidad de “rever el régimen de retenciones: No digo eliminarlas, pero sí reverlas”, aclaró.
En ese sentido, señaló que “hay que considerar la situación del maíz, del trigo y otros productos que tienen que ver con las economías regionales”.
También manifestó la necesidad de “tener una política antiinflacionaria que permita ir revaluando el tipo de cambio y eliminar las restricciones a las exportaciones”.
“De este gobierno ya no esperamos demasiado más en el tiempo que falta, pero hay que trabajar activamente para que Santa Fe pueda hacer oír su voz en el futuro gobierno”, confirmó.
Con respecto al futuro, admitió tener “la expectativa de que el próximo gobierno, cualquiera sea, tenga otro tipo de políticas con respecto al sector”, al tiempo que añadió: “Y si no es así vamos a exigirlo”.
Sobre su próxima gestión, Lifschitz precisó que se va a llevar adelante “una política inédita en la provincia para el desarrollo productivo del sector agropecuario y el sector industrial”.
Reconoció que “la provincia ha tenido un buen acercamiento con el sector agropecuario pero no es suficiente. Se puede hacer muchísimo más”.
Entre la batería de medidas planeadas, enumeró la creación de nuevas herramientas de financiamiento a través del Banco de Santa Fe y la corporación financiera para “llegar al pequeño productor” con opciones “especialmente diseñadas para el sector agropecuario”.
El mandatario electo prometió trabajar con énfasis en el mantenimiento de los caminos rurales, infraestructuras viales, avanzar con el fondo de electrificación rural y asistencia técnica.