El gobernador de la provincia, Miguel Lifschitz, encabezó este martes en la ciudad de Rafaela el acto central por la conmemoración del 203° aniversario de la Declaración de la Independencia de Argentina.
“Hace más de 203 años se reunía el Congreso de Tucumán en una pequeña ciudad del interior del Virreinato del Río de la Plata. La declaración de la independencia fue un largo y complejo proceso que comenzó en mayo de 1810 en Buenos Aires y que finalizó en 1826, cuando fue derrotado el último ejército español en Perú”, recordó Lifschitz.
“De ese congreso no participaron Santa Fe ni el resto de las provincias del Litoral que, junto con la Banda Oriental, bajo el liderazgo de José Gervasio de Artigas, habían comenzado a distanciarse del poder de Buenos Aires. Por entonces, el país se desgarraba en luchas internas y los grupos de poder de Buenos Aires no estaban dispuestos a renunciar a una provincia como la nuestra, provista de río, puerto y que luchaba por su autonomía”, explicó el gobernador.
“Los principales objetivos de aquel Congreso de Tucumán fueron declarar la independencia y establecer un nuevo régimen de gobierno. Desde Cuyo, San Martín le escribía a su representante Godoy Cruz, preguntándole: hasta cuándo esperaremos para declarar nuestra independencia. Finalmente, el 9 de julio el congreso resolvió tratar la declaración de la independencia y, en sesión pública, quedó acordada la fórmula del juramento que promovía y defendía la libertad de las provincias unidas en Sudamérica y su independencia del rey de España, Fernando VII, sus sucesores, la metrópoli española y de toda otra dominación extranjera, dejando claramente establecida la voluntad de los congresistas de conformar un país independiente”, afirmó Lifschitz.
“De estos hechos históricos podemos destacar dos sucesos relevantes: por un lado, la decisión de los representantes de las provincias reunidas allí, decirle al rey de España y a los poderosos del mundo que nos declarábamos independientes; y por el otro, poner de manifiesto las diferencias, muchas veces irreconciliables, que bajo diversas formas se van a sostener a lo largo de nuestra historia. Las dificultades para encontrar un camino de unidad e integración de las partes en un proyecto común de nación serán, desde ese momento, una constante en la historia nacional y, quizás, sea todavía nuestro gran desafío pendiente”, reflexionó el gobernador.
“Más de dos siglos después, seguimos buscando una manera de construir un proyecto de desarrollo que contenga a todos, que integre al país, reconociendo a las provincias y haciendo realidad el federalismo. Seguimos discutiendo nuestro rol en el mundo y sobre cómo integrarnos de manera inteligente con Europa y el resto de los países”, añadió Lifschitz.
“Los santafesinos sabemos que esta provincia da para más y que, el día en el que las políticas nacionales nos acompañen, que se vuelva a confiar en nuestras empresas, en nuestros productores y en su capacidad de producir, innovar y generar empleo, Santa Fe podrá cumplir el destino que desde el inicio la historia le tiene reservado: ser una locomotora del desarrollo nacional”, destacó el gobernador.
«En estos cuatro años he visitado más de 20 veces esta ciudad de Rafaela, como todas las localidades de este hermoso departamento Castellanos. Lo que reclamamos del país, lo hemos practicado en Santa Fe, pensando la provincia desde el interior hacia la capital, y el plan de obras que hemos aplicado así lo atestigua”, afirmó Lifschitz.
Asimismo, señaló “el trabajo conjunto que hemos podido realizar, en un marco de diálogo y respeto, con el intendente y las instituciones de esta ciudad, a quienes les agradezco la colaboración prestada”.
Por su parte, el intendente local, Luis Castellano, expresó que “me llena de emoción observar las delegaciones escolares presentes en este acto, lo cual, inevitablemente, me trae a la memoria la imagen los actos escolares, con la Casa de Tucumán como escenario central, y la representación de las discusiones que manutuvieron por entonces los patriotas de 1816“.
“Es la escuela donde aprendimos a querer a nuestra patria, y es allí donde tenemos que mirar si queremos construir una nación más justa e igualitaria, donde hombres y mujeres podamos tener las mismas oportunidades, y donde los anhelos de aquel grito de independencia, se puedan ver reflejados en toda la sociedad”, indicó Castellano.
La jornada comenzó con la concentración de las autoridades en el Museo Histórico Municipal (bulevar Santa Fe y 9 de Julio) que, a continuación, se dirigieron a la Catedral San Rafael donde se celebró el tradicional Te Deum. Finalmente, frente al edificio de la municipalidad local, se llevó a cabo el acto central que incluyó el desfile cívico-militar.
Durante la ceremonia religiosa, el obispo de la Diócesis de Rafaela, monseñor Luis Fernández, abogó por “vivir en la justicia, en paz y como hermanos, ideal que se propusieron aquellas mujeres y hombres de la Independencia”, y destacó que si bien “todos fuimos llamados a ser la sal de la tierra y la luz del mundo, cuánto más aquellos que somos dirigentes, representantes de la sociedad elegidos para servir al bien común del pueblo”.