Después de la reunión con gobernadores justicialistas, Miguel Lifschitz volvió a manifestarse a favor de un esquema tributario que implique más federalismo y mayores recursos para las provincias. Para Lifschitz, hay un claro favoritismo del gobierno central hacia los distritos administrados por Cambiemos, algo que se empieza a advertir en el debate por el Fondo del Conurbano a partir de las demandas de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.
El jueves, el gobernador santafesino discutió temas fiscales junto a sus pares del PJ. Para este lunes, el presidente Mauricio Macri ha convocado en la ciudad de Buenos Aires a gobernadores, legisladores, empresarios y sindicalistas para empezar a explorar posibles consensos en torno a las reformas laborales, previsionales y tributarias que promueve el gobierno nacional.
El mandatario santafesino ya anticipó cuál será su postura ante ese debate: “Hay una voluntad común de las provincias de recuperar recursos. Advertimos que hay una discrecionalidad muy marcada hacia la ciudad de Buenos Aires y las provincias de Buenos Aires, Mendoza y Jujuy, y el resto de las provincias quedan relegadas”. Junto a Corrientes, esos son los distritos que controla actualmente Cambiemos.
Este viernes, en rueda de prensa, Lifschitz ratificó que los gobernadores no oficialistas están dispuestos a sentarse a la mesa “a discutir estos temas en la medida que también se pongan en la mesa los tributos nacionales y la distribución de los recursos” hacia las provincias. Para el mandatario socialista, sería una injusticia política que todos los distritos deban resignar recursos para favorecer a Buenos Aires.
Fondo del Conurbano
El planteo de Vidal es para que se recomponga el Fondo del Conurbano que quedó congelado desde su creación en 1996. Si se cumplen las aspiraciones de la gobernadora bonaerense, habrá 55 mil millones de pesos menos para repartir entre las provincias en concepto de coparticipación federal. A esa demanda de Buenos Aires, se suma otra de la Nación, que quiere que las provincias rebajen los impuestos de Ingresos Brutos y Sellos, algo que repercutirá en una menor autonomía fiscal para las provincias.
“No solamente habrá una discusión entre el gobierno nacional y los gobernadores, también se va a reflejar en el Congreso Nacional. Como corresponde en un sistema democrático, cada gobernador trata de defender los intereses de su provincia”, agregó.
“La coparticipación, los impuestos, llegan automáticamente”, continuó Lifschitz. “Lo que se discute es si esos tributos, que se distribuyen proporcionalmente entre las provincias, no debieran ser mayores: menos para la Nación y más para las provincias”, agregó.
“En los últimos 40 años, las provincias en su conjunto, con los pactos fiscales de Cavallo y con la política tributaria del gobierno anterior, fuimos perdiendo participación en la distribución de recursos. Hay una voluntad común de todas las provincias de recuperarlos”
Ingresos Brutos
Por último, Lifschitz rechazó la idea de que las provincias deban rebajar la alícuota de Ingresos Brutos: “Buenos Aires tiene una carga tributaria mucho más alta que el resto. Tal vez las medidas que se pueden aplicar en Buenos Aires no sean equivalentes a las que se puedan aplicar a otras provincias”.
De todos modos, el mandatario santafesino reconoció: “Estamos revisando el tema tributario para producir un impacto hacia la baja”.
