Tras los anuncios de Mauricio Macri y Nicolás Dujovne, el gobernador Miguel Lifschitz volvió a tomar distancia del gobierno nacional: ratificó que en la provincia de Santa Fe no se paralizará la obra pública ni se reducirá la inversión en políticas sociales y alimentarias, a la vez que cuestionó la quita de subsidios nacionales al transporte por su impacto en los sectores populares.
Poco después de los anuncios realizados por el presidente y su ministro de Hacienda, Lifschitz encabezó un acto en Santa Fe en donde remarcó que las “dificultades” que asoman tras los nuevos ajustes de la Nación deberán ser afrontadas “desde los gobiernos provinciales y municipales”. Dijo además que “van a ser complejas, pero nada de eso nos va a hacer perder el rumbo, los objetivos de trabajo y las prioridades que tenemos establecidas, que tienen que ver con la manera de invertir los recursos del Estado”.
En ese sentido, el gobernador santafesino reiteró que “la obra pública seguirá siendo una prioridad” y comentó lo que le encomendó al ministro de Economía Gonzalo Saglione: “Que haga todos los planes posibles para ajustar, recortar o disminuir aquellos gastos que puedan considerarse superfluos o no prioritarios, en un momento de dificultades como el que estamos atravesando. Pero no queremos reducir la obra pública porque más de 40 mil familias santafesinas tienen un sueldo a fin de mes gracias a la inversión pública del gobierno provincial”.
“Tampoco vamos a reducir la inversión en las políticas sociales que tienen un criterio de inclusión de los sectores populares, como la educación y la salud pública, las políticas alimentarias, de niñez y adolescencia. Allí no podemos hacer recortes porque sería quitarle las posibilidades a un niño, a un joven o a una familia de vivir con dignidad y atender sus necesidades básicas”.
Antes, en declaraciones radiales, el mandatario santafesino cuestionó con dureza la decisión del gobierno nacional de recortar desde el año próximo los subsidios al transporte: “Son subsidios que permiten que trabajadores y estudiantes se puedan movilizar. Esta quita va a tener un impacto muy duro en el bolsillo de las familias trabajadoras; el mismo impacto que está produciendo la inflación, que no se puede contener”.