La influyente cantautora mexicana Lila Downs consideró que las artistas latinoamericanas están demostrando poder «producir, componer y, dentro de todo eso, mandar mensajes y códigos” que las representan.
La pandemia de covid-19 la sorprendió de gira por Estados Unidos pero, además, Downs abandonó su refugio en Los Ángeles y volvió a su estado natal Oaxaca, el más rico en cuanto a presencia de pueblos originarios como los zapotecos y los mixtecos. Desde allí lanzó «El silencio», una nueva canción en la analiza los tiempos de pandemia y de lucha feminista.
En una charla con Télam, la cantante recordó, ante los actuales levantamientos por la violencia racista, las manifestaciones en los años 90 por el asesinato de Rodney King: “Esta situación que estalla es algo que viene, para todos los que hemos sido considerados no blanquitos, aunque seamos mitad blanquitos. Siempre está esa segregación que la heredamos de Estados Unidos, un poco por lo que pasa en Inglaterra y un poco porque tienen su propia moralidad respecto a la esclavitud. Ahora empieza una etapa distinta, cuando el Presidente de la Nación es una persona que excluye y que su plataforma fue racista para empezar, creo que muchos artistas y seres humanos nos dimos cuenta de que si siembras odio van a haber resultados como estos”.
Claro que del racismo y el odio no escapa la realidad mundial sobre femicidios y si bien Downs reconoció no tener demasiada información sobre los casos en México, expresó: “Un poco antes de que todo esto ocurriera ha habido una demostración maravillosa de las mujeres y de la unión de las mujeres en este movimiento que está sucediendo a nivel mundial. Esto hace que nuestra sociedad tradicionalmente machista se sienta un poco agredida y tenga miedo (risas). ¿Cómo decirlo de otra manera? Tienen miedo, pero no nos deben de tener miedo. Es el momento en el que debemos ver que esa unión es una fuerza que hacía falta, que nos hacía mucha falta a las mujeres y que creo que va a traer consecuencias benéficas para las afectadas por la violencia y por nuestra situación como profesionales en todo el mundo”.
Su nueva canción, “El silencio”, llega a las plataformas digitales con una gran cuota de mariachi y música grupera: “Me emociona esa música. Pienso mucho en la frontera y lo mucho que hay que decir. Pues sí, el mariachi está muy presente, y yo creo que esta canción junta un poco estas dos influencias. Según yo, era una ranchera, pero se convirtió en otra cosa porque la agarraron los músicos y terminó siendo más jazzista y un poco más rockera la cosa. Me encantó como un puente para lo que viene. Estoy componiendo unas canciones que se escuchan más como góspel, un poco combinarlas con elementos de mariachi y eso siempre me emociona: juntar influencias de diferentes mundos musicales que me inspiran”.
Y, precisamente, aprovechó el tiempo de confinamiento para comunicar a través de una canción: “Yo creo que hay un fuego interno que está haciendo que se muevan las emociones desde una perspectiva social, si te pones a leer las noticias te afecta y te afecta estar en un encierro porque te limita. Las limitaciones siempre son el alimento de la musa, ¿no? Sentirse marginal ha sido una realidad para mí en la vida y creo que de ahí parte mucho de mi inspiración. Ahorita esto que nos está pasando, curiosamente, nos está pasando a todos, entonces va a haber una explosión de música que va saliendo poco a poco. Para mí empezó desde el primer día de encierro que tuve. El temor también hace que nos nos miremos desde dentro, que normalmente yo no estoy tan cómoda con eso. Yo estoy más en el plano de la narración, de la parte que me rodea, pero ahora es inevitable, tengo que mirar adentro de mí”.
Además, la artista comentó que se siente acompañada en la lucha feminista y en el destierro del machismo con colegas como Mon Laferte, Natalia Lafourcade, Camila Gallardo y la argentina Soledad Pastorutti. “Yo creo que hay muchas mujeres que están y estamos siendo honestas con nuestra música. Estamos demostrando que podemos producir, componer y además interpretar de una manera especial lo que hacemos. Además, dentro de todo eso mandar mensajes y códigos que nos representan y que van cambiando, desde nuestro subconsciente, la manera en como miramos a la mujer”, señaló.
Ante la pregunta de que si el machismo imperante lo que no tolera es que las mujeres den un mensaje, Lila Downs respondió: “Creo que a los machistas también le gusta la mujer guerrera. Y cuando está, además, se expresa en el idioma del arte, es como entras por los poros. No quiero decir que está disfrazado porque entonces verían toda nuestra agenda, pero creo que por ahí va la cosa. Dentro de nosotras hay algo, hay una agenda política. Y bueno, así ha sido para todas las mujeres que han cambiado la visión hacia la mujer. Es necesario usar herramientas que son parte de un diálogo que no es explícito y es más poderoso así”.