Finalmente, y en simultáneo con el resto del país, se conoce hoy en los complejos de cine locales el esperado biopic Lincoln, de Steven Spielberg, con guión de Tony Kushner y Doris Kearns Goodwin, con el elogiado rol protagónico de Daniel Day-Lewis, a quien acompañan Sally Field, David Strathaim, Joseph Gordon Levitt, James Spader, Hal Holbrook y Harry Dean Stanton.
El film tiene doce nominaciones al Oscar, entre otras mejor película, actor protagónico y director, y es uno de los grandes favoritos de la inminente premiación que tendrá lugar en Los Ángeles el próximo 24 de febrero.
Abraham Lincoln fue unos de los más grandes personajes de la historia estadounidense y quien consiguió, tras una larga lucha que incluyó la Guerra Civil, el final de la esclavitud.
La historia de los últimos cuatro meses del presidente de los Estados Unidos fue un largo sueño de Steven Spielberg, quien acredita una larga y exitosa trayectoria en el cine de su país con títulos como Tiburón, E.T., Indiana Jones, y La lista de Schindler, entre otros, y se trata de una película con la que, después de algunos años, pareciera que el realizador busca “amigarse” con la Academia de Hollywood.
De este modo, Spielberg posa su singular mirada en este período de la vida de uno de los presidentes más icónicos de todos los tiempos. Este thriller a contrarreloj con rasgos de biopic examina la colisión entre Lincoln y los poderosos hombres de su gabinete al luchar por terminar el conflicto más sangriento en la vida de su país, la Guerra Civil, y cambiar el curso de la historia al acabar con la esclavitud y restaurar la unión estadounidense, sus principales objetivos de gobierno hasta su asesinato en 1865.
No es casual que Spielberg haya realizado este recorte relacionado con los afroamericanos. El director siempre tuvo una sensibilidad especial por llevar al cine estos tópicos. Lo hizo en El color púrpura (1985) y Amistad (1997), y seguramente lo seguirá haciendo en otras películas.