Un nuevo año futbolístico llega a su fin y la “discusión” de quien es el mejor del mundo está en su punto más alto. En el pasado varios futbolistas marcaron una época que aún hoy en día son recordadas, pero nunca antes existió como ahora una disputa entre dos mega figuras como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Parecen desafiarse permanentemente y cuando uno logra un registro, a las horas el otro no se queda atrás y hace algo similar o superior.
Son de esa clase de jugadores de una raza única y propiedad de muy pocos competidores. Así con la Gala de entrega del Balón de Oro a la vuelta de la esquina, será el próximo 12 de enero en Zúrich, las apuestas por uno u otro están más en el tapete que nunca. Esto sin olvidar al tercer integrante de la terna el arquero alemán Manuel Neuer campeón del Mundo en Brasil 2014, atributo por demás de valedero para quedarse con el galardón.
Si la comparación entre el crack rosarino y la estrella portuguesa se centra en los títulos obtenidos durante el año, la ventaja allí es para el europeo. Con su Real Madrid ganó la Champions League, el Mundial de Clubes, la Copa del Rey y la Supercopa Europea. En tanto que por primera vez tras seis temporadas, Lionel Messi cerró un año sin festejos con su Barcelona o la selección argentina.
Pese a la cantidad de títulos logrado, un apartado “en contra” de Cristiano Ronaldo es que salvo en la Supercopa de Europa donde marcó los dos tantos ante Sevilla, en el resto de las definiciones su performance fue muy pobre. Casi decorativa para alguien que bien ganado tiene el título de estrella.
En cuanto a los goles, el mano a mano es muy similar. 61 tantos para el luso (56 para el Real y 5 en su selección) y 58 para el argentino (50 en el Barsa y 8 con la albiceleste; más 22 asistencias). Así que el gran arranque goleador de CR7 en la Liga Española actual, 25 tantos en 15 partidos, no le permite marcar una gran diferencia a su favor. Y más si se tiene en cuenta que 7 de ellos fueron de penal, contra los 15 anotados por Lio Messi, ninguno desde la pena máxima. Contabilizando únicamente la Liga Española, Cristiano marcó 38 goles contra 35 de Messi, pero el argentino entregó 15 asistencias contra 13 del portugués. Conclusión al año 2014, más igualados imposible.
¿Pero como fue el año de Messi?. No hay dudas que los registros que el crack rosarino ha impuesto a lo largo de su carrera hacen que una gran temporada suya que lo deja por encima del resto, parezca poco y hasta se haga dudar de su verdadero nivel actual.
Nada más alejado a la realidad. Pensar que repetirá los 91 goles en un año como en 2012, es temerario y alocado. Eso fue sencillamente de otro planeta y no sabemos si alguna vez se lo volveremos ver hacer a algún otro futbolista.
Lionel comenzó el 2014 recuperándose de una lesión de dos meses y veía como Cristiano se quedaba con el Balón de Oro por el año 2013. En los tramos finales de la temporada 2013/14 alternó grandes rendimientos con otros no tanto, quizás producto de la inactividad y la cercanía del Mundial Brasil 2014, su gran objetivo.
Con el título de Liga perdido a manos del Atlético Madrid en la última fecha, llegó la cita máxima y allí fue factor fundamental y casi exclusivo para que Argentina pasara la primera ronda. Cuando el equipo de Alejandro Sabella no encontraba el juego y sufría ante rivales inferiores, fue Messi quien apareció para rescatar al seleccionado ante Bosnia, Irán y Nigeria. Ya en la instancia de mano a mano, ante Suiza en los octavos fue quien edificó la jugada para la definición de Di María cuando el partido de iba a los penales. En cuartos ante Bélgica tras un muy buen primer tiempo, no pudo liquidar el partido en un mano a mano ante Courtois. Hasta allí nadie se atrevía a dudar de la importancia y preponderancia de Messi en el seleccionado. Quizás, es cierto, no en su mejor y esplendoroso nivel. Pero para ello se necesita de una estructura que Argentina nunca tuvo.
Llegó la semifinal y Argentina mutó. Fue un equipo claramente más conservador y eso alejó y aisló del juego ofensivo asociado a Lionel Messi de sus compañeros. Con la clasificación a la final por penales, se esperaba que fuera su partido. Pero la selección volvió a apostar por un esquema conservador y pese a tener su chance no pudo capitalizarla. Con la derrota, pareció ser el gran responsable del subcampeonato y el “culpable” que el título no llegara al país tras 28 años. En realidad, Messi fue el gran responsable de que Argentina llegara a jugar por la chance de consagrarse campeón.
La FIFA le dio el premio al Mejor jugador del Mundial, algo que se entiende si se miden todos los partidos, pero que queda opacado por el final y por las posteriores declaraciones de Josep Blatter diciendo que no había sido justo la elección.
Pasado el Mundial y con la nueva temporada en marcha, Lionel Messi pareció reencontrarse de a poco con su mejor nivel y así logró transformarse en el máximo goleador de la Liga Española de la historia superando el record de Telmo Zarra. Pero como si fuera poco, días después ante el Apoel superó a Raúl y se convirtió en el máximo goleador de la historia de la Champions League.
Pasó 2014 en donde Lionel Messi cumplió diez años como jugador profesional desde aquel debut en el Barcelona ante el Espanyol. En ese tiempo fueron más de 400 goles oficiales con la casaca culé, dejando en claro que es el mejor del mundo en la actualidad y uno de los mejores, sino el mejor, de la historia.