El rosarino Lisandro Salles hará su debut como entrenador principal en el Torneo Federal en Jachal de San Juan. La oportunidad llega tras una década de proyecto con Club de Amigos en Ushuaia, desde su mismísima fundación, y una experiencia como asistente en Centro Español de Plottier. Es la continuidad de un desafío-aventura que se planteó tiempo atrás, dedicarse de lleno a su pasión de entrenador.
“Tengo la sensación de estar frente a un gran desafío, es algo que siempre soñé. El Torneo Federal es una categoría que me gusta muchísimo, que siempre seguí y sigo. Me como todos los partidos los fines de semana incluso antes de tener la chance en la Liga Argentina”, le cuenta Lisandro a El Hincha en Buenos Aires, primer paso de un trayecto que lo traerá a Rosario como etapa previa del viaje a San Juan.
“Algo que me entusiasma mucho es que voy a estar a cargo de todo el básquet del club, no sólo del Federal. Voy a desarrollar mi proyecto, un trabajo integral y por eso el desafío es por partida doble. La diferencia quizás con Club de Amigos es que aquí se trata de una institución ya formada, con buen nivel en formativas y lo que tenemos como anhelo es continuar la senda y generar una revolución a nivel formativo. Tengo que agradecer la recomendación del profesor Franco Diez y la verdad es que estoy muy feliz de iniciar este nuevo proyecto”, detalló Salles, formado en Saladillo junto a su hermano más famoso, Hernando.
En la pasada campaña Salles dejó Club de Amigos y también su trabajo fuera del básquet para apostar a ser técnico full time y pasó a Centro Español, en el que fue asistente de Mauricio Santángelo en la Liga Argentina: “Español siempre va a ser algo muy importante en mi vida. Estoy muy agradecido con la institución porque me abrió las puertas para crecer como entrenador. Radicado allí empecé a cumplir el sueño de dedicarme de lleno a la profesión y me marcó para siempre. Trabajar con el Boty me sirvió muchísimo no sólo en el básquet sino también en lo humano. Mi agradecimiento será eterno, también para el presidente Matías Resa y toda la familia del club. Ojalá recupere el terreno perdido, porque el club la pasó mal con la pandemia y merece volver al plano nacional”.
El entrenador rosarino también explicó cómo vivió el proceso de modificar definitivamente su forma de vida, dejar la ciudad en la que estaba radicado y extrañar a la familia para correr detrás de un sueño: “Yo tenía el sueño de dedicarme de lleno a esta profesión. Logramos muchas cosas con Club de Amigos pero tenía que dar un paso más si quería crecer en el sueño que tenía y tomé la decisión junto a mi familia hace dos años de dedicarme full time a ser técnico. Fue difícil y estos diez meses parado fueron muy duros, pero tengo un motor que son mi señora Sabrina y mis hijos Candelaria y Joaquín. Sin su apoyo sería imposible irme tan lejos y apostar a esta pasión. Son lo máximo que tengo”.