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Sociedad

Lisandro y la “Liga asesina”

De la Torre, el renombrado político rosarino, tuvo una mancha en su legajo al formar parte de los fundadores de la Liga Patriótica, una agrupación paramilitar que centralizó sus objetivos en la persecución de trabajadores.


Si existe un prócer rosarino cuya trayectoria es intachable y cuya figura suele ser considerada un ejemplo de líder político por su honestidad y convicción en la defensa de los intereses nacionales, ése es Lisandro de la Torre. Sin embargo, existe una marca en su legajo que mancha su historia. Según el libro La Liga Patriótica Argentina: un grupo de presión frente a las convulsiones sociales de la década del veinte (Corregidor, 1995), escrito por el juez y también profesor de la Universidad Católica Argentina, Luis María Caterina, el dirigente de la Liga del Sur y del Partido Demócrata Progresista (PDP) fue uno de los fundadores de la nefasta Liga Patriótica, la agrupación paramilitar que se propuso el asesinato de obreros desde 1919. Justamente, a un siglo de la creación del PDP, es preciso reflexionar sobre las acciones políticas de su principal referente.

Ciclo de huelgas

Apenas iniciado el gobierno presidencial de Hipólito Yrigoyen, comenzó un momento de huelgas obreras en la Argentina fruto de la crisis económica que produjo la Primera Guerra Mundial, no sólo en nuestro país. Las garantías del mandatario radical de no intervención de las fuerzas de seguridad incitaron a los trabajadores a llevar adelante sus reclamos. Sin embargo, el “Peludo” no soportó la presión del empresariado que pedía represión y aflojó el brazo. En ese marco se produjo una ola de protesta social cuyos hitos fueron “La Patagonia trágica” (entre 1920 y 1921), “La tragedia de La Forestal” (entre 1919 y 1921) y “La semana trágica” (enero de 1919). En ésta última, los pitucos no toleraron la presencia de trabajadores en las calles haciendo su reclamo y, tras vitorear el triunfo inglés en la Gran Guerra, se organizaron, se armaron y, junto a la Fuerza naval, salieron a perseguir a los trabajadores. Esa organización paramilitar, que fue mucho más que un grupo de presión, se llamó la Liga Patriótica (Liga ssesina, según los anarquistas) y fue la responsable de innumerables muertes obreras, tal vez la más trágica la de una niña de un barrio pobre, cuando los niños bien persiguieron a los “rusos”, como también llamaban a los judíos.

Rosario también había sido escenario de reclamos de trabajadores. Municipales, carreros (conductores de carros), carteros, portuarios, maestros, ferroviarios y obreras de la Refinería de Azúcar, entre muchos otros. Desde mediados de 1916 hasta fines de 1921, la ciudad estuvo convulsionada con coyunturas dramáticas. Una de ellas fue la huelga de policías en diciembre de 1918, quienes tras pasar por el local de la Juventud Anarquista (San Lorenzo y Entre Ríos), fueron emboscados por sus pares del Escuadrón de Seguridad y cayeron muertos casi una veintena. La masacre de plaza San Martín, donde portuarios fueron a reclamar por compañeros presos, es otra tragedia, en agosto de 1920. El llamado “Soviet de Rosario”, o “Lunes de carnestolendas”, en febrero de 1921, cuando anarquistas ocuparon la Municipalidad por ocho horas, izaron la bandera roja y formaron un gobierno obrero, fue otro episodio de agitación obrera en la “Fenicia argentina”.

Pero en enero de 1919, los ecos de la Semana trágica en nuestra ciudad fueron apagados por un fuerte dispositivo del Ejército, sumado al asalto policial al local de ferroviarios, con lo que también se neutralizó la agitación anarquista por la urbe. Tras los acontecimientos en Buenos Aires, los obreros rosarinos siguieron reclamando y organizaron la manifestación del 1º de Mayo de ese año como una importante puesta en escena. Frente a ese simbolismo, los sectores medios y altos de la sociedad rosarina respondieron con la conformación de la Liga Patriótica el 19 de mayo de 1919, entre los que figuraba don Lisandro de la Torre, según Caterina. La organización tuvo como principal objetivo la organización del festejo del 25 de Mayo. La fiesta patria se llevó a cabo pero a su fin, el grupo paramilitar mostró sus características y atacó a los comercios de judíos del mercado del centro, que estaba en San Luis y San Martín. Esa no sería la última actuación de la Liga y, aunque no tuvieron una participación descollante durante la década de 1920, sus días como organización se van apagando cuando en mayo de 1928 matan a sangre fría a la obrera Luisa Lallana, en el marco de una protesta portuaria.

Liga del Sur y PDP

Lisandro de la Torre nació en Rosario y fue a estudiar abogacía a Buenos Aires, donde participó de la Revolución del Parque y de la conformación de la Unión Cívica.

También, fue partícipe principal del levantamiento radical en Rosario en 1893 pero su pelea con Hipólito Yrigoyen lo alejó de ese partido. Posteriormente en nuestra ciudad formó la Liga del Sur, agrupación política que luchaba por la autonomía del sur provincial y se oponía a la centralidad santafesina. Una vez abierto un poco más el juego electoral, De la Torre amplió su perspectiva y en 1914 participó de la creación de un partido conservador al estilo norteamericano, el Partido Demócrata Progresista que no llegó a tener un primer lugar en el país, pero sí relevancia en nuestra provincia. Por esos años y hasta la década de 1940, los demócratas lideraron el Concejo Deliberante rosarino, siendo voceros principales de los intereses locales. También tuvieron su perfil progresista y en ese sentido impulsaron una Constitución provincial en 1921 que buscaba la autonomía local, entre otras cosas. Este acontecimiento llevó a los demócratas a oponerse a la Iglesia católica y a De la Torre a ser uno de los más críticos del clericalismo conservador. Cuando tras el golpe de Estado (del cual formaron parte en un principio) de 1930, los demócratas llegan a la Casa Gris provincial, Luciano Molina se convierte en un destacado garante de libertades políticas y por este motivo, en 1932 se producen importantes congresos anarquistas y comunistas en Santa Fe. De hecho, los demócratas progresistas son parte destacada de la lucha contra el fascismo internacional en el marco de la Guerra Civil española (1936-1939), y contra el nazismo.

Pero el principal recuerdo de De la Torre es la defensa que hizo de nuestro país en contra de los capitales ingleses, del imperialismo que monopolizó el mercado de carnes durante la Década infame y que costó la vida de su compañero Bordabehere, asesinado en el Senado de la Nación.

Resulta paradójica entonces esta actuación previa de De la Torre aunque no fue el único que participó de la composición de la Liga Patriótica. Otros líderes como Juan Cepeda, Jorge Raúl Rodríguez, Antonio F. Cafferatta y José B. Ávalos, también fueron parte integrante de ese colectivo paramilitar y antiobrero. Sin embargo, esa institución no contó con ellos durante mucho tiempo porque no aparecen en sus listas más allá de su acto iniciático. La pregunta es si habrán reconocido que era un error perseguir a los trabajadores bajo la bandera de la patria.

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