El Ejecutivo nacional autorizó la reapertura de los cines en la provincia de Santa Fe a partir de una solicitud realizada por el gobierno de Omar Perotti. Las funciones, sin embargo, ya no serán como antes. La ocupación de las salas se realizará a través de burbujas, con un distanciamiento de dos metros y capacidad limitada. La venta entradas, e incluso la compra de alimentos en los anexos de las salas, tendrán que gestionarse por vía electrónica para evitar aglomeraciones y manipulación de dinero. Y los sistemas de acondicionamiento de temperatura tendrán que reformarse si no tienen la capacidad de renovación de aire, o instalar otros sistemas para esa función. Las personas mayores, a la vez, tendrán prioridad de ingreso.
La venia para volver a las funciones cinematográficas era esperada con ansiedad tras casi un año de pantallas negras y recaudaciones nulas. Hasta el mediodía de este viernes, sólo la cadena internacional Show Case, que tiene sus salas en el shopping Alto Rosario, arriesgó fecha de reapertura: este mismo sábado.
La autorización está plasmada en la Decisión Administrativa 179/21 de la Jefatura de
Gabinete de la Nación, y refrendada por el decreto 142 del gobierno santafesino, ambos publicados este viernes.
El Ejecutivo santafesino esgrimió una baja sostenida de nuevos contagios en la jurisdicción para pedir la habilitación nacional que fue concedida. Pero se compromete a hacer un seguimiento epidemiológico para detectar cualquier revés sanitario.
Varias condiciones
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Las salas de la provincia deberán cumplir con el protocolo nacional para su actividad, más las reglamentaciones que pueda disponer la Casa Gris. Una de ellas, referida a las restricciones de movilidad nocturna.
Entre las condiciones protocolares se indica que «antes de la apertura de los complejos se procederá a la ventilación de los distintos ambientes» en forma natural o forzada, para que sea «permanente».
Indicaciones especiales se refieren a los sistemas de acondicionamiento de temperatura, con énfasis en la renovación de aire, que deberá garantizarse por separado si es que se trata de equipos de circulación cerrada (como los splits hogareños).
Los asistentes, salvo en el momento de ingerir bebidas o alimentos, deberán estar todo el tiempo con el barbijo colocado.
Las empresas deberán colocar «de forma visible en las áreas públicas dispensadores de alcohol en gel o solución de alcohol al 70 %» y, además, mantener «constante la provisión en los baños… de jabón líquido y papel desechable».
